Astilleros de Sevilla, abocado a la liquidación tras 58 años de actividad

  • Astilleros de Sevilla cerrará sus puertas previsiblemente a finales de septiembre de este año tras 58 años de actividad naval, en los que ha tenido muchos altibajos, aunque ha sido una industria puntera y un motor de desarrollo económico de la ciudad.

Sevilla, 16 sep.- Astilleros de Sevilla cerrará sus puertas previsiblemente a finales de septiembre de este año tras 58 años de actividad naval, en los que ha tenido muchos altibajos, aunque ha sido una industria puntera y un motor de desarrollo económico de la ciudad.

El cierre se producirá al haber instado el proceso de liquidación de la factoría los administradores concursales nombrados por el juez tras entrar la empresa hace casi un año en concurso de acreedores, según fuentes próximas a la negociación.

La factoría hispalense, que pasó a manos privadas en el año 2006 tras venderla el grupo público Izar a la empresa que gestionaba el Astillero de Huelva, ha atravesado muchos altibajos en su más de medio siglo de historia, si bien en su etapa álgida llegó a contar con unos 5.000 trabajadores.

La última crisis se remonta a finales 2009, cuando los propietarios plantearon el cierre debido a la elevada deuda que arrastraba la factoría, cercana a los 200 millones de euros.

Ante esta crítica situación, la Junta de Andalucía y los sindicatos hicieron un frente común para evitar el cierre de la atarazana sevillana y se llegó a un acuerdo para quitar el poder político a los dueños y nombrar a un administrador único que asumiese la gestión.

No obstante, al entrar la empresa un año después en concurso de acreedores los administradores judiciales asumieron la potestad de supervisar y autorizar las decisiones que adoptase la dirección.

El objetivo de la Junta durante estos dos años ha sido encontrar a un inversor que se hiciera cargo de la atarazana, pero, a pesar de que han pasado por allí "la flor y nata del sector naval" nacional, "no ha llegado un proyecto de futuro que apostara de verdad" por Astilleros de Sevilla, según fuentes cercanas a la negociación.

Las principales dificultades han sido económicas, pero sobre todo la incertidumbre internacional del sector naval.

La factoría sevillana contaba hasta hace pocas fechas con carga de trabajo para tres barcos, que finalmente los armadores anularon por el retraso en su construcción, que no se pudo acometer por falta de financiación ya que ello requería unos 170 millones de euros.

El cierre de Astilleros de Sevilla supondrá el despido de unos ochenta trabajadores de la plantilla, aunque veintiséis de ellos proceden del antiguo grupo Izar y podrían pasar a los astilleros públicos de Navantia en Cádiz, han apuntado fuentes sindicales.

También están afectados unos veinte trabajadores de la industria auxiliar, de los que aproximadamente la mitad podrían acogerse a las garantías incluidas en el convenio acordado con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en 2006 cuando se vendió Astilleros de Sevilla.

El resto de los trabajadores -la mayoría jóvenes- resultará afectado por el convenio de liquidación de la empresa, en el que se establecerá la cuantía de las indemnizaciones por despido.

Mostrar comentarios