De transportista de penicilina y artículos de estraperlo a fundador de Seur

  • El transporte que en los años cuarenta un joven veinteañero hacía de documentos y algunos bienes escasos, como penicilina -protegida por hielo carbónico- o gasolina, así como de artículos de estraperlo en el tren nocturno que unía Madrid y Barcelona, fue el origen de la empresa de transportes Seur.

Mónica Serrano

Madrid, 11 jun.- El transporte que en los años cuarenta un joven veinteañero hacía de documentos y algunos bienes escasos, como penicilina -protegida por hielo carbónico- o gasolina, así como de artículos de estraperlo en el tren nocturno que unía Madrid y Barcelona, fue el origen de la empresa de transportes Seur.

Ahora, setenta años después, su fundador, Justo Yúfera recuerda en una entrevista con Efe cómo fueron esos comienzos y sus periplos hasta conseguir fundar una empresa de mensajería que actualmente abarca todo el territorio nacional y se extiende a otros 230 países con una facturación de más de 500 millones de euros.

Tras sus viajes nocturnos entre Madrid y Barcelona llegaron otras provincias, como Bilbao, Sevilla, Valencia o Zaragoza, y la expansión del servicio con una red de vehículos que actualmente transportan un amplio abanico de mercancías.

Con motivo del setenta aniversario de la empresa, la compañía ha editado el libro "70 Años de entrega" en el que se narra la historia de la entidad y de su fundador desde su nacimiento hasta nuestros días, y se describen tanto el contexto histórico en que Seur comenzó a operar como su perspectiva de futuro.

Los inicios del negocio datan de los años cuarenta cuando, tras el regreso de su fundador de Francia, a donde se trasladó siendo un niño con su familia en busca de mejores condiciones, se vivían tiempos de dificultad, enmarcados en la posguerra civil española.

Según cuenta Yúfera a Efe, "había mucha escasez, existían las cartillas de racionamiento y de las veinticinco pesetas que retiraba de la caja para cada viaje, gastaba diez en un bocadillo y ahorraba quince, que le daba a mi mujer".

La creación de Seur no fue una idea "original", reconoce su fundador, sino "el resultado de la necesidad de ganarme la vida, ya que yo no contaba con ningún oficio, ni estudios, ni nada, y no sabía qué hacer ni dónde colocarme".

Así, comenzó realizando entregas por encargo junto a un compañero entre la capital y la ciudad condal un par de veces por semana, personalmente y en tren.

"Me comentaron que un señor de Madrid iba cada semana a Barcelona a hacer gestiones y a llevar encargos, así que me puse en contacto con él y pregunté si podíamos hacer cosas juntos", afirma.

El inventor del sector del transporte personalizado en España, conocedor de que su modelo de negocio, que al principio fue "familiar", ha cambiado la manera de funcionar de las empresas, cuenta que tuvo suerte de escoger bien con quien trabajar, y que para empezar es importante dirigir "con mano de hierro".

Para Yúfera es esencial la buena relación con los competidores, que ahora son muchos más que en los comienzos, y la honradez en el negocio.

No obstante, afirma que la "indecencia ha existido siempre", y considera importante "dedicar todo tu tiempo a la idea que tienes y no desesperar, aunque se tengan 30 años, porque hay tiempo, con 40 puedes empezar un negocio".

A sus 92 años y una mente excepcionalmente lúcida, Justo Yúfera tiene claro que para ser emprendedor y acometer un nuevo proyecto hay que tener una buena idea y creer en ella.

"Si uno cree en lo que hace, lo impulsa", señala y recomienda "no escatimar en horas de trabajo, porque eso rendirá después beneficio".

A pesar de reconocer que lo mas duro que ha sufrido España fue la guerra civil, asegura que "nunca habíamos visto una crisis tan grande como la de ahora, con tanto parado, tanta gente de clase media que ahora no tiene nada... es horroroso".

El fundador de Seur es consciente de que los jóvenes emprendedores de ahora disponen de muchas facilidades como la gran cantidad de medios con los que pueden contar, pero reconoce que también hay mucha más competencia que hace años.

Yúfera, quien cuenta que aún hoy, cuando ve una furgoneta de Seur por la carretera, siente "un pellizco en el corazón", se encuentra "completamente satisfecho de Seur", y cree que la empresa "ha cogido un primer puesto que nunca va a soltar, porque tiene idea de servicio, de ir inventando, y creo que es algo que seguirá haciendo siempre".

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