Delegación PE que evalúa papel de troika no ve futuro para la tríada

  • La delegación del Parlamento Europeo (PE) que analiza la labor de la troika en los países rescatados no ve futuro para la tríada de acreedores, no solo por los numerosos errores cometidos en los estados donde han actuado sino por carecer de legitimidad democrática.

Atenas, 30 ene.- La delegación del Parlamento Europeo (PE) que analiza la labor de la troika en los países rescatados no ve futuro para la tríada de acreedores, no solo por los numerosos errores cometidos en los estados donde han actuado sino por carecer de legitimidad democrática.

"El modelo troika ha terminado para el futuro, pero tiene que finalizar su trabajo", dijo hoy en Atenas Othmar Karas, diputado austríaco por el Grupo Popular en una rueda de prensa en Atenas al final de la gira de esta delegación de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del PE por los cuatro países sometidos a programas de rescate (Portugal, Irlanda, Chipre y Grecia).

Pese a criticar la labor de la troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo) y sobre todo apuntar a su falta de legitimidad democrática, Karas, uno de los dos relatores del informe que será sometido a votación en el PE, consideró que la tríada debe llevar hasta el final su trabajo.

Una opinión diametralmente opuesta defendió su correlator, el diputado socialista francés Liem Hoang Ngoc, quien sostuvo que la troika "debe ser desmantelada" y recalcó que, mientras eso no ocurra, debe mejorar su actuación con políticas menos severas.

En concreto, Hoang Ngoc propuso una reestructuración de la deuda helena, que, recalcó, ha ido en aumento en los últimos años pese a estar sometida a dos programas de rescate, y pidió una consolidación presupuestaria "menos dura", para que Grecia vuelva a estar en condiciones de generar crecimiento.

"Es importante producir resultados. Hay errores que pueden resolverse y la reestructuración está en la agenda del Consejo Europeo", señaló el diputado socialista, quien criticó que siempre sea "la voz de Alemania" la que predomina en el debate de la UE.

Todos los diputados coincidieron en la necesidad de crear un instrumento alternativo con legitimación democrática, basado en legislación comunitaria, con un mandato claro y cuya actuación sea sometida a votación parlamentaria.

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