Denuncian lazo entre López Mena y ejecutivo español que compró naves de Pluna

  • Antonio Sánchez, representante de la empresa española Cosmo en la subasta de siete aviones de la quebrada aerolínea uruguaya Pluna el pasado lunes, trabajó para el argentino Juan Carlos López Mena, propietario de BQB y que ha presentado un plan al Gobierno para usar esas naves, denunció hoy la prensa local.

Montevideo, 5 oct.- Antonio Sánchez, representante de la empresa española Cosmo en la subasta de siete aviones de la quebrada aerolínea uruguaya Pluna el pasado lunes, trabajó para el argentino Juan Carlos López Mena, propietario de BQB y que ha presentado un plan al Gobierno para usar esas naves, denunció hoy la prensa local.

Consultado hoy al respecto el presidente uruguayo, José Mujica, dijo a la emisora de radio local Sarandí no tener conocimiento sobre esa presunta relación previa.

Una investigación de radio El Espectador reveló hoy que el representante de Cosmo Líneas Aéreas, Antonio Sánchez, fue director de Buquebus España, propiedad de López Mena, durante varios años.

Según la emisora, el ejecutivo se llama en realidad Hernán Antonio Calvo Sánchez y en el momento de la subasta no se presentó con su primer nombre y apellido.

La Agencia Efe consultó a Cosmo Líneas Aéreas sobre el caso pero por ahora no ha recibido una respuesta.

López Mena fue recibido el jueves por Mujica, a quien planteó su interés de "retomar la conectividad aérea" del país, utilizando los aviones subastados, aunque no está claro de qué forma.

El Gobierno uruguayo ha creado un equipo interministerial para analizar el ofrecimiento.

López Mena posee la línea marítima Buquebús, que tiene el monopolio del transporte de pasajeros entre Montevideo y Buenos Aires por el Río de la Plata.

Su inclusión en el negocio dejado por Pluna, la aerolínea bandera uruguaya y la que más frecuencias tenía entre esos dos puntos, ha generado temores por la posibilidad de que López Mena pase a controlar la conexión con Argentina tanto por agua como por aire, una opción que ya ha tentado con la creación de la aerolínea BQB.

En la subasta del lunes Sánchez entregó una garantía de 13,7 millones de dólares y dispone de un mes para completar los 137 millones de dólares que cuestan los siete aviones.

Al día siguiente de la subasta, en un comunicado de prensa entregado a Efe, Cosmo informó que las aeronaves iban a ser usadas para "ampliar su negocio de vuelos chárter en Europa Central y Europa del Este".

El semanario Búsqueda informó en la víspera que el aval que presentó Cosmo en la subasta era del estatal Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) y se preguntó cómo es posible que entidad le haya dado ese dinero a una empresa privada y desconocida en el país.

La publicación iba más lejos al apuntar que fue el propio López Mena el que habló en favor de Cosmo para que la compañía recibiera el aval.

Antes de la subasta, López Mena había advertido del riesgo de que "un narco" se llevara los aviones por la poca transparencia de esa forma de venta. BQB, que también aspiraba a comprarlos, fue la única en hacer uso de la potestad para revisarlos, algo que al parecer no hizo la compañía española.

Algunos líderes de la oposición han expresado sus dudas respecto a la operación, que califican cuanto menos de sospechosa.

El diario El Observador publicó en su portada del jueves una foto de un encuentro en un restaurante de Montevidoe entre López Mena, Sánchez y el ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo.

El pasado 9 de julio Pluna se declaró en quiebra y una semana después el Parlamento uruguayo aprobó su liquidación debido a que adeuda 380 millones de dólares.

Antes de quebrar la empresa pertenecía al Grupo argentino Leadgate, que tenía el 75 % de las acciones y logró pactar una "salida ordenada" de la compañía, y al Estado uruguayo, que tenía el 25 % restante.

Pluna operaba unos 250 vuelos semanales desde y hacia Argentina, Brasil, Chile y Paraguay, lo que suponía cerca del 80 por ciento del total de vuelos en Uruguay.

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