Dime qué tipo de viuda eres y te diré qué pensión te corresponde. Sobre esta premisa se va a construir el debate de reforma de las pensiones de viudad y horfandad dentro del Pacto de Toledo, que hoy celebra su segunda sesión.
Tras analizar ayer la base de cálculo y la edad de jubilación, ha llegado el turno de abordar qué hacer con unas prestaciones pensadas para una España muy diferente a la actual, en la que la mujer apenas se había incorporado al mercado laboral y el hombre era prácticamente el único cabeza de familia.
Sobre esta premisa, que ya se ha llevado a debate en anteriores reuniones del Pacto de Toledo, el Gobierno ha propuesto, en el documento de trabajado que se está analizando estos días, elaborar una pensión a la carta, es decir, adaptar las necesidades de prestación a cada tipo de viuda o viudo.
En grandes líneas, la propuesta de cambio consiste en tipificar varios perfiles para cada tipo de prestación, en función del número de años de matrimonio, de la edad sel cónyuge superviviente y de los hijos.
También destaca la idea de establecer distintos barómetros en función del número que falten para alcanzar la edad de jubilación, de manera que la pensión vitalicia se ciña a aquellos casos más próximos a la edad de retiro legal, estableciéndose tramos para edades inferiores.
Así, por ejemplo, una mujer que se quede viuda con 30 años podría recibir una ayuda sólo durante un periodo de tiempo determinado, para incentivar que potencie su propia cotización con su trabajo.
Nuevo modelo de sociedad
Otro punto importante es reconocer como viudo o viuda a la pareja de hecho, aunque no exista un contrato de matrimonio. Esta propuesta va encaminada a adaptarse a la nueva realidad social, donde el divorcio y las uniones de hecho han cambiado el modelo tradicional de familia.
En esta metamorfosis también juegan un papel crucial los huérfanos. En primer lugar, aquellos nacidos fuera del matrimonio, a quien el Gobierno, dentro de la propuesta que ha llevado al Pacto de Toledo, quiere reconocer los mismo derechos.
Dentro de la reforma de las pensiones de orfandad, algunos expertos defienden elevar la edad de cobertura desde los 18 hasta los 25 años, ya que, actualmente, la mayoría de los hijos siguen siendo dependientes de los padres, al menos, hasta esa edad.
La medida que, en cambio, parece que tiene menos visos de salir adelante es elevar la base de la pensión de viudad para aquellas personas cuyos únicos ingresos sean la jubilación del cónyuge fallecido.
CiU ya propuso el año pasado elevar la base de cálculo desde el 52% hasta el 70% y el 90%, pero se encontró con la oposición del Partido Socialista y del Partido Popular.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios