Vender las joyas de oro puede suponer una burbuja de oxígeno para conseguir un dinero extra, pero antes de llevar a cabo una operación de este tipo es importante ser consciente de que la compra de oro es un mercado libre en el que cada comercio puede ofrecer la cantidad que desee por él. Así que, para no sentirse estafado en el precio, puedes seguir estos consejos:
Calcular el valor de lo que deseas vender es sencillo. Solo hay que tener en cuenta el peso y la pureza del oro de las piezas. Para el peso, utiliza una balanza electrónica de cocina, recuerda descontar del peso total la suma de lo que pesen las piedras y otros engastes que pueda llevar la joya. En cuanto a su pureza, lo habitual en España es que las joyas de oro tengan 18 quilates, pero se puede comprobar en el sello numérico que llevan estas piezas, donde se indica el porcentaje de pureza del metal.
Con estos dos datos, es posible calcular su precio consultando la cotización del oro en World Gold Council o utilizando una
calculadora como la que facilita la OCU. Al resultado obtenido hay que restar entre un 15 y un 20%, que es el margen de ganancia que espera tener el comprador de nuestro oro.
Si acudes a más de un comercio comprobarás que te dan distintos precios por la misma pieza, así que no dudes en visitar varios lugares para estar seguro de que el sitio que elijas es el que te ofrecido un dinero justo por tu oro.
Dado que el precio del oro no es cerrado, no dudes en intentar negociar si se presente la oportunidad.
Joyerías, tiendas de compraventa o internet
Lo más habitual es acudir a las tiendas especializadas en compraventa de oro para vender joyas, pero no suelen ser los establecimientos que mejor precio dan.
Las joyerías, con los conocimientos de sus profesionales, además de precio ofrecen útil información sobre las piezas en venta y la inmensa mayoría de los joyeros se ofrecen a evaluar las joyas gratuitamente.
Otra opción es realizar la venta a través de una compañía online, pero en estos casos se recomienda asegurarse de que la web tiene un sello de calidad como TRUSTe .
Este sello certifica que las empresas que lo obtienen cumplen con los requisitos de establecidos por TRUSTe sobre la recogida de información personal y el cumplimiento de determinados marcos regulatorios, favoreciendo la confianza en sus productos y servicios.
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