EADS dice que tras la fusión con BAE hay razones industriales, no políticas

  • Razones industriales y no políticas son las que guían la negociación para una posible fusión entre el británico BAE Systems y EADS, aunque los Estados más directamente implicados han sido consultados y las negociaciones con ellos están "bastante avanzadas", según el grupo europeo.

París, 13 sep.- Razones industriales y no políticas son las que guían la negociación para una posible fusión entre el británico BAE Systems y EADS, aunque los Estados más directamente implicados han sido consultados y las negociaciones con ellos están "bastante avanzadas", según el grupo europeo.

"No son las decisiones políticas, sino las industriales, las que han llevado las negociaciones", subrayó a Efe un portavoz de EADS al contar la dirección del proceso de discusiones con BAE Systems que se anunció ayer después de que las filtraciones hubieran provocado movimientos en la cotización en bolsa de ambas compañías.

En cualquier caso, el portavoz señaló que las negociaciones "están bastante avanzadas con los Estados" sin precisar cuáles eran.

Los dos grupos tienen hasta el próximo 10 de octubre por la tarde para anunciar una fusión o la anulación de ese proyecto de operación, fecha que viene obligada por la normativa británica sobre la transparencia en el mercado, que fija un plazo de 28 días.

De acuerdo con el proyecto presentado ayer, EADS tendría un 60 % y BAE Systems el 40 % del nuevo conglomerado, que pasaría a convertirse en el líder mundial del sector aeroespacial y la defensa, con una facturación de unos 73.000 millones de euros anuales y más de 225.000 empleados.

Respecto a los futuros órganos de dirección, está siendo objeto de negociaciones, al igual que otros puntos como la ubicación de la sede o sedes, las plazas bursátiles en las que cotizaría o la estructura de los accionistas de referencia y la "acción de oro" que podrían ejercer algunos Estados, en particular por la naturaleza sensible de las actividades militares.

En EADS hay dos accionistas de referencia con un peso equivalente del 22,35 % cada uno: el francés Sogeade que reúne la participación del Estado y la de Lagardère, y el alemán Daimler, que no obstante cedió un 7,5 % a un consorcio de bancos e inversores privados.

Al margen de éstos, y sin las prerrogativas de control, el Estado Español tiene cerca del 5,44 % a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

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