Ecofin logra un acuerdo para hacer más transparente el mercado de derivados

  • Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea llegaron hoy a un acuerdo sobre la normativa de derivados negociados en mercados no organizados (OTC), destinada a incrementar la transparencia en torno a estos productos financieros que estuvieron en el origen de la crisis.

Bruselas, 24 ene.- Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea llegaron hoy a un acuerdo sobre la normativa de derivados negociados en mercados no organizados (OTC), destinada a incrementar la transparencia en torno a estos productos financieros que estuvieron en el origen de la crisis.

El Ecofin concretó hoy el último punto pendiente en las negociaciones: el procedimiento para autorizar cámaras de contrapartida central (CCP, en inglés), firmas que intermedian en las operaciones y que responden ante el riesgo de impagos.

Según el compromiso logrado hoy, sólo se negará la autorización a una central cuando todos los miembros de un colegio de supervisores menos las autoridades del país en el que se encuentre la cámara, estén de acuerdo.

Si no se logra ese acuerdo por unanimidad menos uno, cualquier autoridad competente que cuente con el respaldo de dos tercios del colegio podrá referir el caso a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, en inglés), siempre que lo haga dentro del plazo de un mes desde la adopción de la opinión negativa.

En los casos en los que se niegue la autorización por decisión de la unanimidad menos uno, las autoridades del país afectado tendrán derecho igualmente a pedir opinión a la ESMA.

Este mayor papel del colegio de supervisores y de la ESMA en el proceso de autorización responde a las reclamaciones del Parlamento Europeo, con el que los países de la UE negocian la normativa.

Tras el compromiso de hoy, la Comisión Europea, el Consejo y la Eurocámara retomarán las negociaciones.

El comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, confió hoy al término del Ecofin en que ese acuerdo pueda cerrarse en los próximos días, y recordó que permitir unos derivados sin supervisión entraña riesgos para todo el sistema financiero.

Reino Unido, donde se concentran la mayor parte de estas transacciones, presionó en un principio por regular no sólo los derivados OTC -aquellos que no se compra o se vende en una bolsa de valores sino que se negocia de forma privada entre dos partes- sino también aquellos derivados que se negocian en el mercado regulado, pero finalmente acabó aceptando la propuesta.

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