Ecuador se plantea su lugar en el mundo en los comicios presidenciales

  • Ecuador se plantea su lugar en el mundo en las elecciones del próximo 17 de febrero, en las que elegirá entre la actual cercanía a Venezuela, China e Irán, y una política volcada hacia sus mayores socios comerciales, Estados Unidos y Europa.

César Muñoz Acebes

Quito, 12 feb.- Ecuador se plantea su lugar en el mundo en las elecciones del próximo 17 de febrero, en las que elegirá entre la actual cercanía a Venezuela, China e Irán, y una política volcada hacia sus mayores socios comerciales, Estados Unidos y Europa.

Hasta 2007 Ecuador, un pequeño país exportador de petróleo de 14 millones de habitantes, había mantenido la mirada hacia Washington, el principal comprador de su crudo.

Sin embargo, al llegar al poder Rafael Correa, un economista de izquierda educado en Bélgica y Estados Unidos, dio un giro de timón "en dirección opuesta a Estados Unidos" y se alineó con la Venezuela de Hugo Chávez, dijo a Efe Andrés González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad San Francisco de Quito.

El presidente afirma que el país "ha recuperado soberanía" durante su mandato, con un enfoque centrado en América Latina y el rechazo de los tratados de libre de comercio.

Sus rivales en los comicios acusan a Correa de poner la ideología por delante de los intereses del país al querer estrechar relaciones económicas con Irán, pese a las sanciones internacionales que pesan sobre ese país por su programa nuclear.

La oposición también le critica haber recibido al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, acusado por la ONU de graves violaciones de los derechos humanos.

Candidatos como el exbanquero Guillermo Lasso, el expresidente Lucio Gutiérrez y el independiente Mauricio Rodas proponen negociar acuerdos comerciales con Estados Unidos y Europa, e integrarse en la Alianza del Pacífico, conformada por Chile, Perú, México y Colombia para promover el libre comercio.

También afirman que Correa ha cambiado la dependencia de Estados Unidos por la dependencia de China, que se ha convertido en el principal prestamista del país andino.

El presidente no ha tenido reparo en incomodar a Estados Unidos, al que acusó de infiltrarse en la Policía ecuatoriana y dominar la Organización de Estados Americanos (OEA).

En 2010 expulsó a la embajadora estadounidense por un cable filtrado por WikiLeaks que sugería que él había nombrado a un jefe de Policía corrupto a sabiendas para controlarlo.

En respuesta, Washington echó al embajador ecuatoriano, pero las relaciones diplomáticas plenas se restablecieron poco después.

Al mismo tiempo, Correa ha coqueteado con la idea de la integración plena en el Mercosur.

No obstante, si toma ese paso a Ecuador le sería imposible, según algunos analistas, firmar un acuerdo comercial con la Unión Europea, su segundo mayor mercado, puesto que tendría que adoptar los aranceles exteriores comunes del Mercosur y no podría negociar tasas diferenciadas con Bruselas.

Galo Mora, secretario ejecutivo del gobernante Movimiento Alianza País, declaró a Efe que en política exterior Correa se ha guiado por "el cumplimiento del derecho internacional".

Puso como ejemplo la terminación del contrato con Estados Unidos que le permitía el uso de una base militar en Ecuador para el combate al narcotráfico y la concesión de asilo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien se encuentra en la embajada en Londres desde junio de 2012.

Tras ser criticado por sus ataques contra la prensa, Correa acaparó la atención internacional por alojar indefinidamente en la legación diplomática de su país en Londres a un hombre que dice defender la libertad de expresión.

"Fue un golpe genial. Catapultó a Ecuador como país que acoge a una persona con riesgo de su vida, lo proyecta como país protector de los derechos humanos", dijo a Efe Mauro Cerbino, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

En cambio, González opinó que con su decisión Correa "metió a Ecuador en un problema completamente ajeno" al país.

Si alguno de sus rivales vence las elecciones, tendrá que definir qué hace con Assange y si mantiene al país en la ALBA, el bloque de gobiernos latinoamericanos de izquierda encabezado por Chávez.

Con la enfermedad que padece el "comandante" venezolano, quien fue operado en cuatro ocasiones en Cuba por un cáncer, los derroteros de ese grupo están en el aire y algunos analistas han mencionado a Correa como un posible sucesor como su líder.

Al respecto, el presidente ha dicho que no se trata de un puesto que se encuentre vacante, pero que él estará "donde la patria chica, Ecuador, y la patria grande (Latinoamérica) lo requieran".

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