EIOPA lamenta que el "stress test" se ha convertido en "herramienta política"

  • Fráncfort (Alemania).- La autoridad europea de supervisión de seguros y pensiones (EIOPA) lamenta que los test de resistencia ("stress test") se han convertido en "una herramienta de comunicación política y hayan perdido su función como herramienta de gestión de riesgos".

EIOPA lamenta que el "stress test" se ha convertido en "herramienta política"
EIOPA lamenta que el "stress test" se ha convertido en "herramienta política"

Fráncfort (Alemania).- La autoridad europea de supervisión de seguros y pensiones (EIOPA) lamenta que los test de resistencia ("stress test") se han convertido en "una herramienta de comunicación política y hayan perdido su función como herramienta de gestión de riesgos".

En una entrevista con EFE, el director ejecutivo de EIOPA, el español Carlos Montalvo, consideró que el sector asegurador español es solvente, pero que, como el resto de compañías de Europa, deberá aplicar el cambio de normativa.

La autoridad europea de seguros y pensiones, con sede en Fráncfort, sustituye desde el 1 de enero a CEIOPS como una institución reformada para evitar los fallos de supervisión que facilitaron la actual crisis financiera.

Montalvo, el primer director ejecutivo de EIOPA, valoró las medidas que han tomado la Dirección General de Seguros, Unespa y aseguradoras para que la nueva normativa sea un asunto prioritario en España.

Consideró que el sector asegurador en España tiene mucha capacidad de crecimiento, ya que el peso relativo con el Productor Interior Bruto (PIB) es bajo en comparación con otros países como Alemania.

Las compañías aseguradoras españolas van a tener que adaptar algunos productos y prácticas de gestión de riesgos para adecuarse al nuevo marco regulador, tanto en el ámbito de seguros de vida como de no vida, porque la carga de capital que les va a exigir la nueva normativa va a vincularse directamente al perfil de riesgo del producto y su gestión.

"EIOPA lleva a cabo actualmente el segundo ejercicio de test de resistencia para el sector asegurador. El primero se hizo el año pasado a sólo 30 compañías, pero esta vez se ha ampliado el ámbito para cubrir al menos el 50 % del volumen de mercado en cada uno de países, lo que supone unas 200 compañías en Europa", aseguró Montalvo.

Además, Italia va usar el test de resistencia de EIOPA para hacer una prueba a todas las compañías del sector asegurador del país.

El test de resistencia se adelanta e introduce como referencia la normativa que se va a aplicar a partir de 2013, llamada Solvencia II, y sus resultados se van a publicar en la primera quincena de julio, de forma agregada y no individual, coincidiendo con los resultados de los test a los bancos.

El test de resistencia es una herramienta supervisora para ver cómo reaccionaría el sector en escenarios complejos y también es una herramienta de gestión de riesgos por parte de las entidades.

Montalvo lamentó que los test de resistencia no son lo que se han convertido: "una herramienta de comunicación política".

Añadió que "queremos devolver al test de resistencia la utilidad que debería tener para el supervisor y para la entidad supervisada y por eso en vez de utilizar la normativa actual, que dentro de año y medio ya no será aplicable, vamos a aplicar la nueva".

En este test participan las principales compañías aseguradoras de España como Mapfre, Catalana, Pelayo, Estrella y Metropolis entre otras.

Montalvo criticó también que el sector financiero, en el que se incluye algunas aseguradoras, está ofreciendo productos demasiado complejos para el nivel de educación financiera de un consumidor medio, práctica que calificó de "no deseable" porque el consumidor debe conocer el riesgo que asume, entenderlo y ser consciente del precio que paga por ese riesgo.

Pero al mismo tiempo, Montalvo considera que "no se puede demonizar todas las titulizaciones del sector seguros, ya que sirven para transferir riesgo y financiarse si están bien tarificadas y hay un mercado para ello".

No ocurrió así en la estadounidense AIG, que tomó determinado tipo de riesgos, prestó su garantía a cambio de un precio, pero no tarificó bien el precio obtenido, llegó a la insolvencia y tuvo que ser rescatada.

Arantxa Iñiguez

Mostrar comentarios