El acuerdo presupuestario es recibido con cauto optimismo en EE.UU.

  • El acuerdo presupuestario bipartidista alcanzado en el Congreso de Estados Unidos fue recibido hoy con cauto optimismo por los líderes políticos y la Casa Blanca, y la frontal oposición de los republicanos más conservadores, con el Tea Party al frente, que reprochan su tibieza.

Alfonso Fernández

Washington, 11 dic.- El acuerdo presupuestario bipartidista alcanzado en el Congreso de Estados Unidos fue recibido hoy con cauto optimismo por los líderes políticos y la Casa Blanca, y la frontal oposición de los republicanos más conservadores, con el Tea Party al frente, que reprochan su tibieza.

El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, celebró que se lograse un acuerdo con la "división del gobierno en la que estamos metidos", en referencia la Cámara dominada por los republicanos y el Senado por los demócratas.

Tanto demócratas como republicanos han remarcado que no es el mejor acuerdo posible, pero valoraron que se produzca apenas dos meses después de la agria batalla de octubre en el Congreso, que provocó la paralización parcial de la Administración federal durante más de dos semanas.

Asimismo, la Casa Blanca reiteró hoy su respaldo a la propuesta, coordinada por el representante republicano Paul Ryan y la senadora demócrata Patty Murray.

"En esta ocasión, el Congreso fue capaz de lograr lo que aunque describiría como un acuerdo modesto, fue logrado de manera bipartidista sin la amenaza de la crisis", remarcó Josh Earnest, portavoz adjunto presidencial en su rueda de prensa diaria.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, quien lideró las fallidas conversaciones previas a la crisis de octubre, se mostró hoy a favor del pacto.

Y en un gesto poco habitual en él, Boehner calificó como "ridículas" las críticas de los legisladores republicanos más conservadores, ligados al Tea Party, por la supuesta tibieza del acuerdo, que permite un ligero aumento del gasto público.

"Están usando a nuestros miembros, a los ciudadanos de EE.UU. para sus propios intereses (...) Si lo que quieres es una mayor reducción del déficit, entonces estás a favor de este acuerdo", indicó tajante Boehner en una rueda de prensa desde el Capitolio.

Precisamente, desde el bando de la oposición frontal se expresó el senador Ted Cruz, republicano por Texas y estrella emergente del Tea Party en el Congreso, quien consideró el acuerdo como "profundamente preocupante".

"Deberíamos revisar seriamente qué es lo que está impulsando nuestra deuda y déficit, y no aumentar el gasto a cambio de modificaciones menores y promesas de acción en el futuro", señaló Cruz en un comunicado enviado al portal "Político".

En la misma línea se ubicaron senadores republicanos como Rand Paul quien se refirió al pacto como "vergonzoso", y Marco Rubio, quien afirmó que suponía desandar el camino logrado para controlar el gasto público.

El acuerdo provee la restauración en los próximos dos años de unos 63.000 millones de dólares previstos en los recortes automáticos del gasto público, conocidos como "secuestro", que entraron en vigor en marzo pasado para reducir el déficit.

Estos serán compensados por un incremento de los aportes que los empleados federales hacen a sus planes de jubilación y la subida de ciertas tarifas aeroportuarias, y arrojarán un reducción neta del déficit de cerca de 23.000 millones de dólares.

En conjunto, establece un nivel de gasto de aproximadamente 1 billón de dólares para el año fiscal 2014 y garantiza que la Administración federal tendrá fondos para seguir operando a partir del 15 de enero, cuando se agota la financiación temporal que se aprobó en octubre y que se cernía como fecha límite para una nueva crisis fiscal.

Ahora resta que las dos cámara de Congreso sometan a votación esta propuesta antes de que se inicie el receso de vacaciones de Navidad.

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