El autor de "Trece rosas" rastrea el entorno de ETA con la novela "Luz negra"

  • Convencido de que ETA se halla en un proceso de disolución "irreversible", el periodista y escritor Carlos Fonseca ha dado a la imprenta "Luz negra", acaso la primera novela íntegramente centrada en la banda asesina y en cuyo entorno ha buceado para desterrar una posible "imagen estereotipada".

Roberto Jiménez

Valladolid, 28 sep.- Convencido de que ETA se halla en un proceso de disolución "irreversible", el periodista y escritor Carlos Fonseca ha dado a la imprenta "Luz negra", acaso la primera novela íntegramente centrada en la banda asesina y en cuyo entorno ha buceado para desterrar una posible "imagen estereotipada".

"Fuera del País Vasco se tiene una imagen muy corta, muy estereotipada de ETA, por eso me apetecía contar la trastienda de algo que no me resulta ajeno, ya que llevo veinticinco años escribiendo sobre violencia política", ha explicado hoy a Efe Carlos Fonseca (Madrid, 1959), también autor de novelas ambientadas en la memoria histórica, entre ellas "Trece rosas rojas" (2004).

Los terroristas, antes de serlo y mientras prestan sus servicios, "son gente corriente además de asesinos, con sentimientos, familia y trabajo, personas normales que cuando se comprometen desde la militancia provocan un efecto dentro de un entorno que a veces nada tiene que ver con el mundo abertzale o no lo comparten", ha dicho.

Fonseca se vale de Eneko, Aritz y Libia, el trío de jóvenes protagonistas de "Luz Negra" (Temas de Hoy) -una novela ambientada en San Sebastián- para tratar de enfocar la realidad de la violencia terrorista en el País Vasco desde todos los ángulos, básicamente desde la captación de futuros militantes.

La violencia callejera y el entorno abertzale son el primer paso de un engranaje que atraviesa varios estadios -miembros legales, integrantes de comandos y liberados a la espera de intervenir- "de los cuales resulta muy complicado salir", ha precisado Fonseca, autor hace ya más de una década del ensayo "Negociar con ETA" (1996).

A diferencia de la memoria histórica, ha advertido, en el caso de ETA "no existe en España un sola novela sobre ella si exceptuamos algo de Fernando Aramburu y Bernardo Atxaga, ni tampoco muchas películas de ficción", lo que ha achacado al carácter "controvertido" de un asunto que aún se considera "tabú".

Y todo ello a pesar de la deriva "irreversible" en que se encuentra la banda asesina, "pero no desde un convencimiento moral, de que los terroristas piensen, que está muy mal el hecho de matar, sino porque se han dado cuenta de que asesinar ahora no suma, sino que resta, y que no les queda otra salida que hacer política".

"Nos encontramos ante el fin de ETA, pero no va a ser de un día para otro, sino pasito a pasito, un proceso prolongado en el tiempo", ha sostenido Fonseca, colaborador del diario digital "El Confidencial", antes de analizar las causas de ese inexorable rumbo a la desaparición.

La eficacia policial, la progresiva desafección al terrorismo en el País Vasco y el escaso apoyo social a las prácticas mafiosas y a los asesinatos concurren dentro de esa irrevocable marcha a la erradicación, según Fonseca, como a su juicio representa el hecho de que, en tiempos de tregua, las opciones políticas vinculadas a Batasuna y sus marcas han obtenido buenos resultados electorales.

"Nadie entendería que ETA volviera a matar en este proceso final, aunque nunca va a ser por una cuestión moral, por arrepentimiento, ya que siguen convencidos de que han llegado a donde están por los atentados y por haber conseguido hablar con distintos gobiernos", ha insistido.

"Luz negra" es una novela ágil, con ritmo y estructurada en capítulos cortos proclives a una fácil adaptación cinematográfica que Carlos Fonseca no vería con malos ojos después del éxito alcanzado con "Trece rosas rojas", que el realizador Emilio Martínez Lázaro llevó al cine en 2007, tres años después de su estreno editorial.

"Entonces había mucho miedo en llevar al cine algo sobre la Guerra Civil, porque también generaba mucha polémica, pero al final funcionó", ha concluido el autor de "Tiempo de memoria" (2009), "Rosario dinamitera" (2006) y "Garrote vil para dos inocentes" (1998), ambientadas en la misma contienda fratricida.

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