Madrid, 27 jun.- El Banco de España ha pedido hoy a las entidades financieras que su política de distribución de dividendos se ajuste al principio de cautela y les ha recomendado limitar este año el pago a los accionistas y no distribuir en efectivo más de un 25 % de sus resultados.
Esta petición se ha trasladado a las patronales de bancos y cajas -AEB y CECA- por el supervisor para asegurar en todo momento un adecuado nivel de capitalización de las entidades y porque cree que es "especialmente" necesario en un momento como el actual, en el que persisten incertidumbres sobre la evolución de la economía.
Por ello, según informa en un comunicado, el Banco de España ha recomendado que en 2013, y "teniendo en cuenta las circunstancias de cada entidad", se limite el reparto de dividendos y que, en todo caso, los pagos en efectivo al accionista que se satisfagan en este ejercicio no excedan del 25 % del beneficio consolidado atribuido.
Las políticas de distribución de dividendos de las entidades deben considerar, además de los pagos en efectivo, los que se realizan mediante entrega de acciones, añade el supervisor.
En la medida en que esta alternativa se utilice de manera recurrente y no responda a una situación temporal o transitoria, el Banco de España cree conveniente que el dividendo total por acción se ajuste razonablemente para acomodarse al crecimiento de las acciones en circulación y a la evolución de los beneficios.
El organismo que dirige Luis María Linde recuerda también que la banca española ha hecho avances decisivos en su reestructuración y el pasado año se aprobó un régimen de provisiones más exigente, al tiempo que se definió un nuevo coeficiente de solvencia, del 9 %, que sólo puede cubrirse con recursos propios de la máxima calidad.
Por si fuera poco, el Banco de España señala que recientemente ha establecido también un marco general de criterios aplicables a las refinanciaciones para asegurar su tratamiento homogéneo y prudente, lo que se traducirá en un nuevo esfuerzo de provisiones para las entidades.
Sin embargo, el balance del supervisor de todas estas medidas es positivo porque asegura que estas reformas, junto con las acciones de las propias entidades, han reforzado los balances bancarios y aseguran unos niveles de solvencia adecuados frente a los riesgos asumidos.
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