El banco de españa valora que la reforma de las cajas corrige sus debilidades y mejora sus posibilidades de recapitalización


El Banco de España considera que la reciente reforma de las cajas de ahorros corrige la debilidad de su pecualiar estructura jurídica, de tal modo que estas instituciones "disponen actualmente de mejores posibilidades para recapitalizarse".
En su último boletín económico, este organismo explica que, hasta la puesta en marcha de la citada reforma, los bancos eran las instituciones que presentaban una mayor diversificación de las fuentes generadoras de recursos propios. Por el contrario, las cajas de ahorros y las cooperativas eran más dependientes de las reservas.
En el caso de las cajas, la mayor limitación "podría estar relacionada con su escasa dimensión, que dificulta su acceso a los mercados para colocar títulos como las participaciones preferentes u otros que tengan consideración de recursos propios computables distintos de las acciones".
Esta menor capacidad de las cajas de ahorros para
diversificar sus fuentes generadoras de recursos propios "se ha traducido en una mayor dependencia de los resultados para aumentar su capital. Esta es una limitación importante para reforzar su solvencia durante las etapas de menor crecimiento de los beneficios".
Esta debilidad, "relacionada con su peculiar estructura jurídica, ha sido corregida en la reciente reforma de las cajas de ahorros", añade.
En este artículo el Banco de España apunta que las entidades españolas no han seguido una política de acumulación de excedentes de capital durante el período de expansión económica reciente para poderlos utilizar durante la parte baja del ciclo, aunque las ratios de capital han estado ampliamente por encima de los requerimientos mínimos regulatorios. Los efectos de este comportamiento, no obstante, se han visto en parte compensados por el mecanismo de provisiones dinámicas existente en España.
Estos resultados, en todo caso, "avalan la conveniencia de introducir en la regulación colchones adicionales de capital, en línea con los contenidos en Basilea III".
Para el Banco de España, la reciente crisis ha puesto de manifiesto la importancia de mantener un adecuado volumen de recursos propios básicos, y en particular de los que presentan una mayor eficacia a la hora de afrontar pérdidas inesperadas a lo largo del ciclo económico.
Aunque la implantación de los nuevos requisitos (Basilea III) en la Unión Europea no tendrá lugar antes del año 2013, las autoridades españolas han creído conveniente una aplicación adelantada y exigente de algunos de los nuevos estándares internacionales mediante la aprobación, el pasado febrero, del Real Decreto Ley 2/2011.
El principal objetivo de esta norma es reforzar la solvencia de todas las entidades de crédito, con el fin de disipar las dudas de los inversores internacionales sobre la situación de nuestro sistema financiero.

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