El Banco de Japón evita nuevas medidas de flexibilización con vista en Europa

  • El Banco de Japón (BOJ) evitó hoy aplicar nuevas medidas de flexibilización monetaria, tal y como se esperaba y en línea con los principales emisores mundiales, mientras mantiene su preocupación por la evolución de la crisis en la eurozona.

Javier Picazo Feliú

Tokio, 9 ago.- El Banco de Japón (BOJ) evitó hoy aplicar nuevas medidas de flexibilización monetaria, tal y como se esperaba y en línea con los principales emisores mundiales, mientras mantiene su preocupación por la evolución de la crisis en la eurozona.

Tras su reunión mensual de dos días, la junta de política monetaria del BOJ decidió por unanimidad mantener los tipos de interés entre el 0 y el 0,1 por ciento, el bajísimo nivel en que se encuentran desde octubre de 2010, para apoyar la recuperación económica.

Al igual que hicieron recientemente la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo (BCE), el BOJ mantuvo invariable su política monetaria, aunque destacó el "nerviosismo" en los mercados financieros por la situación en Europa y advirtió de la necesidad de seguirlos "con particular atención".

En un comunicado, el BOJ apuntó al "alto grado de incertidumbre económica mundial" como uno de los mayores riesgos para Japón, reflejado en que la recuperación de las exportaciones se ha "moderado", lastrada por la caída de la demanda extranjera, una producción relativamente débil y la persistente fortaleza del yen.

Durante todo el año el yen, considerado una divisa refugio en tiempos de incertidumbre, ha mantenido una continua trayectoria al alza que le ha llevado a apreciarse hasta máximos casi históricos frente al euro y el dólar, lo que perjudica seriamente a los exportadores nipones, que suponen cerca del 40 por ciento del PIB.

En una rueda de prensa posterior, el gobernador del BOJ, Masaaki Shirakawa, advirtió de la incertidumbre que aún rodea a economías como la de China y EEUU, aunque evitó ofrecer señales clara de si el emisor planea llevar a cabo, y cuándo, una flexibilización de su política monetaria.

En esta reunión, el BOJ decidió no modificar su programa de compra de activos, una de sus principales herramienta para inyectar liquidez al sistema que, tras unan ampliación de 5 billones de yenes (unos 51.434 millones de euros) a finales de abril, se mantiene en 70 billones de yenes (720.074 millones de euros).

A través de este programa, el Banco Central nipón compra deuda estatal, privada y algunos activos de riesgo, incluidos los fondos cotizados y de inversiones inmobiliarias, para relajar las condiciones monetarias y fortalecer el crecimiento económico.

El emisor señaló en el comunicado que "procederá a la flexibilización monetaria de manera continuada a través del constante incremento" del programa de compra de activos del país, ante el desafío "crítico" que supone la deflación, una de las grandes amenazas de la tercera economía mundial.

En el plano interno, mantuvo su evaluación de la economía del país que, en su opinión, "ha comenzado un repunte moderado gracias a que la demanda doméstica se mantiene firme apoyada sobre todo por la demanda relacionada con la reconstrucción" de las zonas del noreste, devastadas tras el paso del "tsunami" en marzo de 2011.

Los analistas creen que el BOJ podría tomar medidas adicionales de flexibilización económica en septiembre, siguiendo la estela de EEUU, o en octubre, cuando la junta presenta sus previsiones económicas y de precios, coincidiendo con la mitad del año fiscal en Japón, que concluirá el 31 de marzo de 2013.

En esa línea, también el emisor de Corea del Sur congeló hoy la aprobación de nuevas pautas, después de que el mes pasado recortara los tipos de interés hasta el 3 por ciento, en su primera rebaja desde 2009, para paliar la desaceleración de la cuarta economía de Asia.

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