El BBVA compró inmuebles por valor de 772 millones de euros hasta septiembre

Madrid.- El Grupo BBVA compró inmuebles por valor de 772 millones de euros en los nueve primeros meses del año, con lo que su cartera total alcanzó los 1.094 millones.

Así lo explicó hoy el consejero delegado del Grupo BBVA, Ángel Cano, en su primera comparecencia ante analistas para presentar los resultados obtenidos hasta septiembre, periodo en que la entidad vio retroceder sus ganancias el 3,3%, hasta los 4.179 millones de euros, tras realizar una dotación a plusvalías para fortalecer su balance.

La entidad que preside Francisco González destinó los 830 millones procedentes de las plusvalías que logró con la venta y posterior arrendamiento de oficinas en España (sale & lease back) a engrosar sus provisiones genéricas para insolvencias, que suman ya 4.665 millones junto con las voluntarias.

Según Cano, con estas provisiones la entidad podrá estar tranquila al menos hasta 2011, ya que de momento "no hay ningún motivo" para pensar lo contrario.

Por su parte, el director financiero del Grupo, Manuel Cid, precisó que esta operación (sale & lease back) le supone a la entidad unos gastos anuales de unos cien millones de euros en concepto de alquiler de oficinas.

Volviendo a las compras de inmuebles, el BBVA las ha ido ralentizando trimestre a trimestre, en paralelo al frenazo registrado por las entradas en mora, ya que entre enero y marzo adquirió activos por valor de 490 millones, por encima de los 178 millones comprados entre abril y junio y de los 104 millones que adquirió en este último trimestre.

De igual forma, la tasa de morosidad del BBVA se situó en el 3,4% a cierre de septiembre, el doble que el 1,7% que soportaba un año antes, aunque si se compara con los trimestres inmediatamente anteriores, sólo creció en 25 puntos básicos en el tercer trimestre, frente a los 38 del segundo y los 55 del primero.

De los 772 millones de euros en activos adquiridos entre enero y septiembre, el 80% es suelo y del resto, el 15% son viviendas terminadas, explicó Cano.

Cano y Cid explicaron asimismo a los analistas la emisión de bonos convertibles en acciones realizada a finales de septiembre, de la que dijeron que tuvo una excelente acogida y que sirvió para generar capital "muy rápidamente" sin dilución del valor de la acción, ya que los bonos no se convierten en títulos hasta que no pasen los cinco años que dura el producto.

Preguntado por el motivo de esta emisión, Cid explicó que pretendían anticiparse a los nuevos requerimientos de capital que se avecinan, al tiempo que mantienen una "atractiva" retribución en "cash" para sus accionistas, un "pay out" del 30%, que se mantendrá hasta 2010.

"Nos sentimos muy orgullosos de la gestión del capital que hemos realizado durante la crisis" y también de ser "la única entidad que no ha ampliado capital ni ha recibido ayuda estatal alguna" del panorama internacional.

En cuanto al "core capital" del banco -capital más reservas frente a activos ponderados por riesgo-, que está actualmente en el 8%- la entidad se siente "cómoda", explicó Cid, que confió en la capacidad del grupo para generar 20 puntos básicos de capital cada trimestre.

Preguntado por el negocio del Grupo en México, Cano se mostró convencido de que "lo peor de la crisis ya ha pasado", por lo que previó que el grupo registrará una evolución positiva en su beneficio en este país a finales de año, así como una reducción en la tasa de mora y una menor dotación a provisiones en 2010.

Sin embargo, en el tercer trimestre de 2009, el beneficio neto atribuido logrado por el Grupo en ese país retrocedió el 28,1% y quedó situado en 1.101 millones de euros.

En cuanto a la evolución del negocio en China, Cano aseguró que en este país habrá grandes oportunidades de negocio, pero a largo plazo, y que representará una parte "relevante" de los resultados del Grupo en un periodo de "más de tres años".