París, 17 feb.- Lafarge tuvo 593 millones de euros de beneficio el pasado año, una caída del 28 % respecto a 2010, que el fabricante francés de materiales de construcción atribuyó sobre todo a la "fuerte" subida de los costos y a las variaciones del tipo de cambio.
El resultado de explotación corriente, que excluye los elementos no recurrentes, bajó un 9 %, hasta 2.179 millones de euros, precisó en un comunicado Lafarge, que puntualizó que si no se tuviera en cuenta la provisión establecida por la tasa sobre la arcilla en Egipto, hubiera aumentado un 5 % en el cuarto trimestre.
Ese resultado de explotación corriente disminuyó un 12 % en el negocio del cemento, para quedar en 1.968 millones de euros, mientras en los granulados y el hormigón mejoró un 10 %, hasta 237 millones.
El resto de las actividades tuvo un impacto negativo de 26 millones de euros sobre el resultado de explotación, comparado con los 53 millones de pérdidas de 2010.
El resultado bruto operativo (EBITDA) disminuyó un 8 % en cifras brutas y un 6 % en comparables hasta 3.488 millones de euros.
La facturación, sin embargo, progresó un 3 % en datos absolutos y un 5 % en equivalentes, hasta 15.284 millones de euros.
El endeudamiento de la compañía era a finales de 2011 de 11.974 millones de euros, un 14 % menos que un año antes.
El presidente, Bruno Lafont, destacó que se cumplió el objetivo de reducir el endeudamiento en 2.000 millones de euros, "pese a un entorno económico desfavorable", y afirmó que "seguirá bajando en 2012" con acciones tendentes a "maximizar" la generación de flujo de caja operativo.
También señaló que junto al programa de ahorro de 500 millones de euros, prevé actuar en el precio de venta de sus productos "en respuesta a la inflación de los costos".
Además, las inversiones no superarán los 800 millones de euros este año y a las cesiones por 2.200 millones de euros realizadas en 2011 se añadirán otras este año por más de 1.000 millones.
En paralelo, Lafont avanzó que se propondrá a la junta reducir el reparto de dividendo a 0,50 euros por acción.
En cuanto a las perspectivas de negocio, Lafarge prevé que la demanda de cemento en el mundo subirá entre el 1 % y el 4 %, sobre todo de la mano de los mercados emergentes y espera aprovechar esa dinámica "gracias a un buen reparto geográfico de activos de gran calidad".
Para la compañía francesa, los precios deben aumentar en 2012 y la inflación de costos ser "más moderada".
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