El Convenio para el Control del Tabaco cuenta con el apoyo de 168 países

  • El Convenio Marco para el Control del Tabaco, cuya aplicación evitará 7,4 millones de muertes prematuras hasta 2050, según un estudio divulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entró en vigor en febrero de 2005 y ha sido firmado por 168 estados.

Redacción Internacional, 1 jul.- El Convenio Marco para el Control del Tabaco, cuya aplicación evitará 7,4 millones de muertes prematuras hasta 2050, según un estudio divulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entró en vigor en febrero de 2005 y ha sido firmado por 168 estados.

El objetivo del acuerdo es proteger a las generaciones presentes y futuras contra las "devastadoras consecuencias" sanitarias, sociales, ambientales y económicas del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco.

Para ello, el Convenio Marco estableció que en un plazo de tres años los Estados firmantes deberían poner en las cajetillas de tabaco alertas "claras, visibles y legibles" sobre las enfermedades que provoca el tabaquismo.

En un máximo de cinco años tendrían también que prohibir completamente la publicidad, la promoción o el patrocinio del tabaco, excepto aquellos Estados en donde tales medidas puedan ser inconstitucionales, en los que deberían adoptarse otro tipo de restricciones severas.

Además, el tratado establece medidas de protección de los fumadores pasivos mediante leyes que deberán establecer la total prohibición de fumar, tanto en lugares públicos como en centros laborales.

En 1996 la OMS comenzó a elaborar un convenio para el control del tabaco y tres años después se iniciaron las negociaciones que culminaron con la aprobación del Convenio Marco para el Control del Tabaco, el 21 de mayo de 2003.

El 29 de noviembre de 2004 se alcanzó el número de 40 ratificaciones por parte de los Estados, necesario para que el Convenio entrara en vigor, lo que se produjo el 27 de febrero de 2005.

El consumo de productos de tabaco es la principal causa evitable de defunción en el mundo y actualmente mata a uno de cada 10 adultos en todo el mundo, según los datos que la OMS hizo públicos con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco, el pasado 31 de mayo.

Cada año casi seis millones de personas, de las cuales más de 600.000 son fumadores pasivos, mueren por el tabaco y los expertos vaticinan que de no frenar la epidemia, en 2030 el número de muertos superará los 8 millones de personas anualmente.

El consumo de tabaco en el mundo permanece estable, con un 20 % de la población mundial que fuma, aunque entre los hombres la prevalencia es del 38 % y del 10 % entre las mujeres.

Según la OMS, el tabaco causa "daños en casi todas los órganos del cuerpo" y provoca en la mayoría de casos enfermedades mortales como el cáncer pulmonar, de cuello del útero o de riñón.

Además, aumenta el riesgo de ataques cardíacos, accidentes y afecciones cardiovasculares, bronquitis, asma, dificultades respiratorias y hasta infertilidad.

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