El Dow Jones reconquista por fin los 13.000 puntos casi cuatro años después

  • Tras una semana coqueteando con ella, el Dow Jones de Industriales logró hoy finalmente reconquistar la barrera psicológica de los 13.000 puntos, sobre la que no había sido capaz de cerrar desde hace casi cuatro años, meses antes de la bancarrota de Lehman Brothers.

Teresa de Miguel

Nueva York, 28 feb.- Tras una semana coqueteando con ella, el Dow Jones de Industriales logró hoy finalmente reconquistar la barrera psicológica de los 13.000 puntos, sobre la que no había sido capaz de cerrar desde hace casi cuatro años, meses antes de la bancarrota de Lehman Brothers.

El principal índice de referencia del parqué neoyorquino terminó esta segunda jornada de la semana con una subida del 0,18 % o 23,61 puntos, un moderado avance que fue suficiente para vencer las resistencias de los últimos días y sobrepasar un simbólico nivel sobre el que no terminaba desde el 19 de mayo de 2008.

Fue hace exactamente siete días cuando ese indicador consiguió rebasar por primera vez las 13.000 unidades, pero hasta hoy no había logrado mantenerse sobre ella hasta el final de las contrataciones en Wall Street.

El Dow Jones, que acumula un contundente avance del 6,45 % desde que comenzó el año, se sitúa así a niveles desconocidos desde antes de la caída de Lehman Brothers, que desencadenó la crisis más profunda y prolongada en Estados Unidos desde la Gran Depresión de los años 30 y una caída en picada de los mercados de valores.

El selectivo S&P 500 fue otro de los protagonistas de la jornada, en la que subió el 0,34 % para volver a quedar en niveles desconocidos en casi cuatro años, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq ganó el 0,69 % para situarse al borde de las 3.000 unidades.

Ese último indicador recibió una ayuda extra del gigante Apple, con gran peso sobre su evolución, que subió el 1,84 % para cerrar en un récord histórico de 535,41 dólares por acción tras anunciar que el próximo 7 de marzo realizará un evento en el que todo apunta a que desvelará la nueva versión de su popular tableta iPad.

El esperado anuncio hizo que en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de la sesión la capitalización bursátil de la que es ahora la empresa más valiosa del mundo superara por primera vez los 500.000 millones de dólares, algo que solo han conseguido en la historia otras cinco empresas de Wall Street.

Además de las alegrías que trajo consigo la firma de Silicon Valley, los inversores neoyorquinos celebraron esta jornada que la confianza de los consumidores estadounidenses se situara este mes a su nivel más elevado en un año al llegar a los 70,8 puntos, comparado con los 61,5 de enero, según The Conference Board.

El dato, difundido media hora después del inicio de las contrataciones en Nueva York, consiguió disipar totalmente las dudas con las que había iniciado Wall Street los primeros compases de la jornada, principalmente por los otros dos datos macroeconómicos que se habían difundido antes.

Por un lado, los pedidos de bienes duraderos a las fábricas de Estados Unidos cayeron el 4 % en enero, el descenso más pronunciado en casi tres años, según informó el Departamento de Comercio.

Por otro, el precio de la vivienda cayó en el cuarto trimestre de 2011 el 4 %, con lo que terminó el año en su punto más bajo desde el comienzo de la crisis inmobiliaria de mediados de 2006, según el índice Case-Shiller que elabora Standard & Poor's (S&P).

En cualquier caso, la confianza de los consumidores tuvo más peso sobre el ánimo de los inversores neoyorquinos, que al igual que los europeos también depositaron sus esperanzas en el Banco Central Europeo (BCE), que mañana realizará una segunda inyección de liquidez a tres años.

Los bancos griegos tendrán dificultades para participar en esa subasta de liquidez, ya que el BCE ha dejado temporalmente de aceptar la deuda griega como garantía después de que la calificadora S&P degradara la nota de la deuda soberana griega hasta la "suspensión de pagos selectiva", una rebaja que ya anticipaban los mercados.

También ayudó al parqué neoyorquino el segundo descenso consecutivo del petróleo de Texas, que bajó el 1,85 % para cerrar en los 106,55 dólares por barril, ya que redujo los temores a que la fuerte escalada del llamado "oro negro" pueda acabar afectando al consumo de los estadounidenses.

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