El dueño de Kiss FM traspasa a sus hijos el 10% de Renta Corporación a precio de saldo

Blas Herrero, dueño de Kiss FM, ha traspasado a sus hijos Blas y Vanesa 2,7 millones de acciones del grupo,el 9,8% del capital. El empresario asturiano era el segundo accionista del grupo, que el pasado mes de marzo presentó el concurso voluntario de acreedores con una de deuda de 185 millones de euros. La decisión llegó después de que las negociaciones con la banca para solucionar los problemas de tesorería de Renta no llegaran a buen puerto.

Con el valor suspendido de cotización desde hace algo más de dos meses, Herrero ha colocado la participación a sus hijos a un precio testimonial de 0,013 euros por acción. Una cota que supone valorar la compañía en poco más de 350.000 euros y que, por lo tanto, el paquete familiar no vale más de 35.000 euros. Un perfecto ejemplo del proceso de descomposición del sector inmobiliario español, que prácticamente ha desaparecido del parqué.

Herrero -que de momento continuará como consejero- construyó una gran participación en el grupo en pleno boom inmobiliario, cuando otros inversores de primera fila como Ram Bhavnani entraron el valor. A 29 euros por acción, Renta salió a bolsa en 2006 con un modelo de negocio innovador, consistente en la compra y posterior rehabilitación de edificios singulares en las grandes capitales europeas para su venta posterior.

Pero como a otros grupos inmobiliarios cotizados -como Martinsa Fadesa o Reyal Urbis-, la crisis cogió de lleno a Renta Corporación provocando enormes pérdidas a sus accionistas. Es el caso de Blas Herrero que realizó sus últimas grandes compras a un precio superior a los 4 euros por acción. La compañía fue suspendida de cotización el pasado mes de marzo a 0,57 euros, lo que supone una capitalización bursátil de apenas 15 millones de euros.

La participación de Herrero ahora en manos de sus hijos sólo es inferior a la del presidente del grupo Luis Hernández de Cabanyes, que cuenta con alrededor del 38% de las acciones de la compañía, que abandonó las pérdidas en el primer trimestre de este año, con un beneficio de un millón de euros frente a los números rojos de tres millones que sufrió en los tres primeros meses del año pasado.

En cualquier caso, los números del grupo son pobres. Las ventas de Renta en el primer trimestre del año apenas han alcanzado los 1,9 millones de euros, un 70% menos respecto al mismo período del año anterior. El gran objetivo del grupo es salir del concurso de acreedores y volver a cotizar. Para ello tendrá que sacar adelante la propuesta de convenio de acreedores que tiene aprobada desde comienzos de año.

En el documento, propone a los bancos acreedores tres alternativas de cobro, que incluyen canje de deuda por activos, quitas progresivas y conversión de pasivo en préstamos participativos. El banco agente del crédito sindicado de Renta Corporación, en nombre del resto de las entidades financieras acreedores de la inmobiliaria, ha solicitado al Juzgado mercantil 9 de Barcelona que les adjudique los activos hipotecados como garantía del crédito sindicado.