El efecto real del tijeretazo: la mayoría de los funcionarios no pierden poder adquisitivo durante la crisis

Aunque para nadie es plato de gusto ver recortado su sueldo, también es cierto que el golpe duele menos cuando se tiene un colchón que amortigue el golpe. Y eso es lo que va ocurrir en la nómina de la mayoría de los trabajadores públicos a partir de junio, cuando se aplique del tijeretazo aprobado el jueves por el Consejo de Ministros.

Según las cifras adelantadas por la ministra de Economía Elena Salgado, habrá cinco tramos de reducción: 0,56% en caso de los funcionarios que pertenecen al grupo E; 2,75% para el C2; 4,5% para el C1; 5,75% en el caso del nivel A2 y 7% para el A1.

Frente a estos recortes están los incrementos salariales que han tenido todos los empleados públicos durante 2008 y 2009, cuando se beneficiaron de una subida media del 3% (incremento del 2% del salario base y otro 1% por las extras).

Durante esos dos ejercicios, en los cuales el paro fue creciendo hasta representar el 19% de la población activa (ahora supera el 20%), la evolución de los precios fue muy inferior a la prevista y apenas marcó un 1,4% al cierre de 2008 y un 0,8% al concluir 2009.

Cuando se habla de incremento o pérdida de poder adquisitivo se hace calculando la diferencia entre la evolución de los salarios y los precios (IPC) y durante los dos últimos ejercicios los trabajadores públicos han mejorado su cuenta en un 3,8%.

Además, a esta diferencia debe aplicarse otra subida el 0,5% correspondiente a la aportación que realiza el Estado todos los años al fondo de pensiones de los trabajdores públicos y los incrementos que, según cada caso, hayan correspondido por trienios. Por tanto, a ese 3,8% se debe añadir más un punto.

Si se compara el poder adquisitivo ganado durante los dos años de recesión económica que lleva España con el recorte anunciado para los próximos seis meses, el efecto real que tendrá el tijeretazo para cada grupo de funcionarios será el siguiente:

Grupo E: cerrará 2010 con una mejora de su poder adquisitivo de 3,24 puntos durante los tres años de crisis, tomando como referencia sólo la subida de sueldo, si se añade el fondo de pensiones y trienios, supera los 4 puntos.

Grupo C2: el saldo a su favor asciende a 1,05 puntos en salario y más de 2 puntos incluyendo el resto de elementos.

Grupo C1: a partir de este nivel la cuenta se vuelve negativa en 0,7 puntos, cifra inferior al 1% que además, del incremento salarial, han tenido de mejora todos los trabajadores públicos por el aporte al fondo de pensiones (0,5% cada año). Por tanto, en realidad, seguiría teniendo una cuenta a su favor de 0,3 puntos.

Grupo A2: frente al incremento salarial la pérdida de poder adquisitivo se cifra en casi 2 puntos, que tampoco se compensan con la aportación al fondo de pensiones sólo en la mitad, lo que deja un saldo final inferior a 1 punto.

Grupo A1: el saldo negativo asciende a 3,2 puntos sólo con la subida de salario, pero se reduce al entorno de 2 puntos con el resto de factores.

Además, según los sindicatos de la función pública, el 70% de los empleados de la Administración General del Estado se engloban en los grupos C2 y C1, cuyos recortes medios suponen perder lo ganado durante los dos años de crisis....y ganar un pequeño pico.

No obstante, también es cierto que a partir de este año sí podrían perder poder aquisitivo, si la cifra en que prevé el Gobierno que termine el IPC, en torno al 2% se cumple. El problema es que también puede darse la situación contraria, ya que durante los dos años anteriores de crisis, la estimación de inflación del Ejecutivo ha sido muy superior a la real y, de hecho, algunos expertos ya hablan de un escenario de deflación, lo que conllevaría que al cierre de este ejercicio los trabajadores públicos seguirían teniendo más poder adquisitivo que antes de comenzar la crisis.