El Eurogrupo buscará avanzar en un acuerdo sobre el mecanismo de liquidación

  • El Eurogrupo buscará mañana avanzar en un compromiso a Diecisiete sobre el mecanismo único de reestructuración y liquidación bancaria de cara al Ecofin del miércoles, para lo que tienen que resolver además la cuestión de si habrá un cortafuegos que respalde el fondo único de resolución.

Bruselas, 16 dic.- El Eurogrupo buscará mañana avanzar en un compromiso a Diecisiete sobre el mecanismo único de reestructuración y liquidación bancaria de cara al Ecofin del miércoles, para lo que tienen que resolver además la cuestión de si habrá un cortafuegos que respalde el fondo único de resolución.

El objetivo de las dos reuniones es llegar a un acuerdo general antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del jueves y viernes en Bruselas.

Los ministros de Finanzas de la eurozona parten de un texto redactado la semana pasada en el Ecofin que cuenta con el apoyo total de los cinco grandes países del euro -España, Francia, Alemania, Italia y Holanda- mientras que otros Estados han pedido un poco de tiempo para sopesar las opciones.

El texto no incluyó todavía la cuestión del cortafuegos, un tema espinoso que los ministros han dejado para negociarlo por separado en la sesión del martes y el miércoles.

El documento ya ha recibido las críticas del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien dijo hoy ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara que está "preocupado por que el proceso de decisión sea demasiado complejo y los mecanismos de financiación no sean los adecuados".

El texto refleja las exigencias de Alemania, en el sentido de que da un mayor peso a los países miembros, limita a los bancos sistémicos la decisión de resolución a nivel europeo y dificulta el acceso al fondo común.

La autoridad única de resolución, formada por unos consejos ejecutivo y plenario en los que la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) serán observadores, tomará las decisiones sobre la reestructuración y liquidación de los bancos, y las instituciones europeas solo ejercerán un control posterior.

De esta manera, si la CE no está de acuerdo con una decisión, tendrá que remitir el caso al Consejo de la UE.

Además, el plenario de la autoridad de resolución -compuesta por los Estados miembros- tomará en principio la decisión cuando se requiera más del 20 % de los recursos financieros disponibles en el fondo único y para las recapitalizaciones.

El alcance del mecanismo único de resolución cubrirá a todos los 6.000 bancos de la eurozona vigilados por el supervisor bancario único encabezado por el BCE, pero "solo será responsable para la planificación y fases de resolución de los bancos directamente supervisados" por Fráncfort, es decir los 130 más importantes, así como las entidades transfronterizas.

De esta manera, deja fuera las cajas de ahorro alemanas.

Por su parte, el fondo único de resolución, operativo en 2016, no será realmente común hasta 2026.

Éste se nutrirá de contribuciones anuales de 5.500 millones de euros a lo largo de diez años a cargo de la banca y hasta que esté lleno (unos 55.000 millones en 2026), estará dividido en compartimentos nacionales.

En esta década transitoria en el caso de que haya que proceder a liquidar un banco, se recurrirá a los fondos del compartimento del país o los países en el que la entidad está basada, de modo que progresivamente se irá permitiendo el acceso al capital común.

El consejo plenario de la autoridad también puede utilizar los recursos de los compartimentos de los demás países para cubrir los costes no cubiertos por un fondo nacional concreto, igualmente de forma progresiva.

Para que los países puedan prestarse entre sí y transferir las contribuciones al fondo único, habrá que hacer tratados intergubernamentales, algo que no gusta a la Eurocámara, que votará mañana su postura sobre el mecanismo de resolución.

Ahora lo que hay que decidir además es si habrá un cortafuegos que respalde el fondo único mientras no disponga de suficientes recursos y quiebran bancos grandes, como por ejemplo el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

No obstante, Alemania quiere solo tocar el MEDE en última instancia y considera que en todo caso los países tendrían que pedir un préstamo a esta entidad financiera, como ha hecho España.

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