El futuro que nos espera (o lo que cree el PP que pasará)

El Consejo de Ministros de ayer tuvo bastante poco de festivo. El ambiente era deprimente, después de que el desayuno se le atragantase a más de uno con las últimas cifras de paro de la Encuesta de Población Activa. Y en éstas que el Gobierno tenía que aprobar sus hojas de ruta económicas porque Bruselas se lo pedía para antes de que terminase abril.

Por hojas de ruta se ha denominado a los programas de Estabilidad y Nacional y en ellos se resume prácticamente la acción completa del Gobierno a medio plazo. Lo que sigue es una selección de medidas y/o previsiones en función de su plazo de cumplimiento.

2013

- El Gobierno quiere conseguir 8.000 millones de euros incrementando la tributación al consumo. O, lo que es lo mismo, el IVA y los llamados Impuestos Especiales (tabaco, alcohol o hidrocarburos). También podría crearse alguna figura ambiental. ¿Para cuándo? No se sabe si desde el inicio del año o una vez inmersos en el ejercicio.

- Al mismo tiempo de lo anterior, se prevé una bajada importante de las cotizaciones sociales que se estima de un coste de 5.000 millones de euros (más que el efecto de la subida del IRPF de este año, por ejemplo).

- Hablando de IRPF: después de engordar las arcas públicas con unos 4.000 millones en 2012, para 2013 aún se notará otro pellizco de 1.000 millones.

- El tijeterazo sobre la educación se sentirá con fuerza, en concreto, dos tercios de su impacto de 4.000 millones.

- Para dentro de un año, del mismo modo, ya se habrán reajustado las competencias entre todas las administraciones y arrebatado a ayuntamientos en particular las que prestan sin necesidad de ello. Nada menos que 3.5000 millones se pueden ahorrar con este empeño (siempre según los cálculos de Moncloa).

2014

- España volverá a coger algo de velocidad en su crecimiento, con una tasa de avance del 1,4% del Producto Interior Bruto.

- El consumo privado verá la luz por fin, aunque con un tímido aumento del 0,6%. Pese a que el sector público seguirá con fuertes restricciones, la demanda nacional regresa a los números verdes.

- El empleo se da la vuelta. No será para tirar cohetes en ninguna plaza del pueblo, pero Economía prevé que crezca un 0,7% después de varios años en retroceso. La tasa de paro, a la par, caerá del 24% y se acercará al 23%.

- Los ayuntamientos y la Seguridad Social ya estarán cumpliendo con el 0,0% de estabilidad presupuestaria (o déficit cero, aunque el término en sí es incorrecto porque si es cero no es déficit).

2015

- La deuda pública, de una vez por todas, iniciará el repliegue y dejará de subir. Aun así, nos situaremos con un 80,8% del PIB (el ideal para Europa es el 60%, aunque Alemania supera ese 80% en estos momentos).

- El equilibrio habrá llegado a las comunidades autónomas y el Estado será el único culpable de los números rojos de España. En concreto, la Administración central aún descompensará el saldo entre ingresos y gastos en un 1,1%... lo que supone una minucia con el 8,5% actual.

- El Tesoro español pagará un interés del 3,7% por colocar su deuda a diez años. Si de aquí a tres años se ha vuelto a la normalidad, el bono alemán se comprará a un 2%, con lo que la prima de riesgo española no superará los 200 puntos (estará más cerca de los 150, en realidad).

- Olvídense de que la gasolina baje demasiado. Para 2015, lo más seguro es que el precio del barril continúe en unos niveles similares al actual.

- España se acercará a un crecimiento del PIB del 2%, la tasa de paro se aproximará al 22% y el empleo aumentará en un 1%. ¿La crisis ya se habrá olvidado?

2020

- En efecto: han leído bien y hemos dado un salto de cinco años. Además de ser ocho años más viejos, en el final de la década todo el esfuerzo actual se habrá traducido en casi dos millones de empleos (de los que 1.763.000 habrá que agradecérselos a la reforma laboral)

- El Producto Interior Bruto español será un 8,6% superior al actual. Dicho en dinero, pasaremos del escaso billón actual a un billón y 100.000 millones.