El gobierno no cree que un rescate a portugal afecte a españa pese a dar por segura la presión especulativa


El Gobierno no cree que un rescate financiero de Portugal afecte a España pese a dar por seguro que ese paso provocaría un aumento de la presión especulativa que podría sacudir de nuevo a la zona euro y también a la economía española.

Lo que pase en las próximas horas en Portugal, donde el Gobierno de José Sócrates zozobra al no poder sacar adelante el programa de reformas y se enfrenta a posibles elecciones anticipadas y rescate financiero, marcará la reunión del Consejo Europeo que se celebra este jueves y viernes en Bruselas.
Después de las oleadas especulativas que siguieron a los rescates de Grecia e Irlanda, desde el Gobierno dan por hecho que un rescate a Portugal aumentaría la presión de los mercados sobre la zona euro, pero dan por hecho que no llegará a afectar a las bases de la economía española.
Argumentan, en ese sentido, que España sigue cumpliendo sus objetivos y los fundamentos de su economía quedaron probados al resistir, no sin dificultades, las oleadas especulativas anteriores.
Además del análisis de la convulsa situación internacional, el Consejo estará centrado en las medidas para asegurar la estabilidad del euro, en las que se materializarán los compromisos de la cumbre europea del pasado mes de diciembre.
Sobre la mesa estará el calendario para acometer los programas de estabilidad y reformas en cada uno de los países, el paquete legislativo para la gobernanza económica que comenzará a discutirse con el Parlamento Europeo, las pruebas de resistencia a la banca y el refuerzo de los mecanismos de estabilidad de la zona euro.
A ese Consejo los jefes de estado y de gobierno acuden con propuestas concretas, también José Luis Rodríguez Zapatero, que llevará medidas “novedosas”, avanzan desde su entorno, pero también otras que ya están anunciadas e incluso iniciadas.
Un punto fundamental para España es la negociación colectiva, en la que tanto el Gobierno como los empresarios y los sindicatos ven posible el acuerdo aunque precisan que queda mucho por hacer, y pese a las reticencias de los sindicatos ante el programa de estabilidad del euro.
Entre las medidas que llevará Rodríguez Zapatero, el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, apuntaba públicamente el impulso de un plan para aflorar la economía sumergida.
Países como Polonia, Dinamarca o Suecia han mostrado su disposición a adherirse al plan de estabilidad del euro, del que ya han anunciado que se desmarcan Hungría o Reino Unido.

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