El Gobierno se da tres semanas de plazo para la reforma laboral

  • Gijón.- El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha asegurado hoy que el Gobierno tratará de lograr un acuerdo con patronal y sindicatos sobre la reforma laboral en los próximas quince días y, en caso contrario, fijará su postura una semana después y los agentes tendrán que dar explicaciones por su falta de consenso.

Corbacho apuesta para que las empresas con beneficios subvencionen sus prejubilaciones
Corbacho apuesta para que las empresas con beneficios subvencionen sus prejubilaciones

Gijón.- El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha asegurado hoy que el Gobierno tratará de lograr un acuerdo con patronal y sindicatos sobre la reforma laboral en los próximas quince días y, en caso contrario, fijará su postura una semana después y los agentes tendrán que dar explicaciones por su falta de consenso.

Celestino Corbacho ha confiado, no obstante, en que en la recta final se llegue a un consenso y ha apostado por la aplicación del modelo alemán aunque con ciertas "reorientaciones".

El ministro ha intervenido en Gijón en el X Seminario Europeo sobre el Empleo "Crisis y Lecciones" y ha insistido en la necesidad de emprender una reforma.

Ha explicado que el Gobierno, al igual que los sindicatos, es partidario de la reducción de la jornada laboral y de los días trabajados, puesto que es preferible a los despidos.

Con la disminución de los tiempos de trabajo de 1,5 millones de trabajadores, ha dicho, se podría evitar el despido de 6.000.

Corbacho no ha considerado importante quién abone la diferencia salarial sino el mantenimiento del tejido productivo y los empleos.

Con todo, ha apuntado que la firma abonaría las horas de trabajo y el 67 por ciento lo aportaría el servicio público de empleo.

El ministro ha advertido que el modelo germano no podría trasladarse de forma mimética y sería necesario reorientarlo con bonificaciones además de incorporar nuevos elementos.

Ha rechazado aprobar en solitario un decreto porque es partidario de las conversaciones, pero se ha remitido a un plazo de tres semanas para fijar una postura del Gobierno.

Corbacho ha advertido que una reforma laboral no implicará la creación inmediata de empleo.

Para que esto ocurra, ha apuntado, es necesario que aumente la confianza de los trabajadores y por lo tanto el consumo.

Asimismo, es necesario que las entidades financieras incrementen la fluidez de sus créditos.

El ministro ha considerado que la reforma es necesaria porque otros países que atraviesan con la misma intensidad que España la crisis no han sufrido el mismo efecto en el empleo.

Por eso, ha apostado por introducir elementos de corrección y asimilar el mercado laboral al del resto de Europa.

Corbacho ha rechazado aumentar los niveles de protección a los desempleados y ha subrayado que el ochenta por ciento, tres millones de personas, percibe algún tipo de ayuda.

Ha recordado que se trata del porcentaje más alto en los últimos treinta años y ha manifestado que el esfuerzo del Gobierno central se dirigirá a no mermar o disminuir las prestaciones.

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