El Gobierno y la oposición rompen la negociación del presupuesto luso de 2011

  • Lisboa.- El Gobierno socialista y la oposición conservadora de Portugal rompieron hoy sus negociaciones sobre el presupuesto del Estado para 2011, que debe aplicar un severo plan de ajuste económico exigido por Bruselas para superar el déficit luso.

El Gobierno y la oposición rompen la negociación del presupuesto luso de 2011
El Gobierno y la oposición rompen la negociación del presupuesto luso de 2011

Lisboa.- El Gobierno socialista y la oposición conservadora de Portugal rompieron hoy sus negociaciones sobre el presupuesto del Estado para 2011, que debe aplicar un severo plan de ajuste económico exigido por Bruselas para superar el déficit luso.

El responsable de la delegación del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) en las negociaciones, Eduardo Catroga, acusó al Gobierno socialista de causar la ruptura por ser "inflexible" en sus planteamientos.

El ministro luso de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, contestó poco después que el Gobierno es efectivamente "inflexible" pero a causa de la necesidad de hacer "creíble" la reducción del déficit luso y no negociar un presupuesto que no convenza a quienes deben prestar dinero a Portugal.

No se pueden aceptar soluciones que "empeoren la ya delicada situación en que se encuentra el país en los mercados financieros", subrayó el ministro en declaraciones a los periodistas.

Mientras se anunciaba el fin de las negociaciones, el jefe Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, figura histórica del PSD, convoco al órgano consultivo de la Presidencia de la República, el Consejo de Estado, para deliberar el viernes sobre la situación política del país y los presupuestos para 2011.

El Ejecutivo de José Sócrates, en minoría parlamentaria, necesita los votos o, al menos, la abstención del PSD para sacar adelante el presupuesto del Estado en la votación prevista para la próxima semana, una vez que los otros partidos de la Cámara, dos marxistas y uno demócrata cristiano, han anunciado que votarán en contra.

Pero los socialdemócratas exigen, para no vetarlo, que el presupuesto reduzca los aumentos del IVA y otros impuestos previstos y aumente el ahorro de gastos y recorte aún más las inversiones en el sector público para compensarlo.

Sócrates espera reducir con esos presupuestos el déficit fiscal del país, que cerró 2009 en el 9,3%, hasta un 4,6% y cumplir así las exigencias de Bruselas y calmar los mercados, que han elevado la desconfianza sobre la deuda lusa a los peores niveles desde la implantación del euro en 2002.

El presupuesto presentado por los socialistas, que gobiernan desde 2005 pero perdieron la mayoría absoluta en las elecciones del año pasado, incluyen congelación de pensiones y reducción de salarios y personal de la Administración, aumentos de impuestos a la renta y operaciones de capital, ventas de empresas y activos del Estado y reducción de gastos e inversiones públicas.

Aunque ninguna de las dos partes detalló el contenido de la ruptura entre Gobierno y oposición, algunos medios lusos aseguraron que se deben a las cargas impositivas, en las que el Gobierno quiere mantener las subidas del IVA (del 21 al 23% en su tipo más alto) y de los gravámenes personales.

El anuncio de la ruptura entre Gobierno y oposición hizo de inmediato que la bolsa de Lisboa cayera alrededor del 1% e impulsó al alza los intereses sobre el bono a diez años de la deuda lusa, que subió casi dos décimas y empezó a aproximarse al 5,8%.

La crisis portuguesa y la falta de resultado de las medidas de ajuste anunciadas ya en tres ocasiones a lo largo de este año llegó a disparar en los últimos meses los intereses que penalizan la deuda soberana de Portugal por encima del 6,5%.

El Gobierno luso había colocado hoy, horas antes de la ruptura con la oposición, 1.225 millones de euros en deuda con menor presión del mercado, que compró bonos a cuatro años a interés más bajo (4,01%) que la última emisión.

Una segunda parte de la colocación, a ocho años, registró un interés mayor, del 5,13%, que la anterior emisión similar, aunque ésta se produjo en 2008, antes de que la crisis lusa llevara su deuda soberana a los críticos niveles de confianza registrados en los últimos meses.

El Instituto de Gestión de Crédito Público luso cumplió prácticamente su objetivo de sacar hoy al mercado entre 750 y 1.250 millones de euros y la demanda casi triplicó la oferta, según fuentes oficiales.

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