El mayor banco privado de Portugal, el BCP, suspende las pruebas de solvencia

  • El Banco Comercial Portugués (BCP), actualmente la mayor entidad financiera de carácter privado del país, no pasó las pruebas de solvencia europeas por incumplir uno de los ratios mínimos de capital exigidos.

Lisboa, 26 oct.- El Banco Comercial Portugués (BCP), actualmente la mayor entidad financiera de carácter privado del país, no pasó las pruebas de solvencia europeas por incumplir uno de los ratios mínimos de capital exigidos.

Según los resultados de estos exámenes divulgados hoy por el supervisor europeo, el BCP fue el único de los tres bancos lusos sometidos a la prueba que suspendió, ya que tanto la pública Caixa Geral de Depósitos (CGD) como el Banco Portugués de Inversiones (BPI) lograron su aprobación.

En estos test no se incluye, sin embargo, al portugués Novo Banco, la entidad creada tras la intervención en el Banco Espírito Santo (BES) y al que se le decidió aplazar estas pruebas debido a su reciente reestructuración.

Los exámenes realizados por el Banco Central Europeo, que toman como base los resultados de 2013, fueron suspendidos por 25 entidades en todo el continente.

En el caso del BCP -cuyos principales accionistas son la angoleña Sonangol y el español Banco Sabadell-, de los tres ratios de capital mínimos exigidos incumplió uno, el calculado en un escenario económico "adverso".

En el "ejercicio de evaluación de la calidad de los activos" obtuvo un ratio del 10,3 %, mientras que en el test de esfuerzo basado en las actuales proyecciones macroeconómicas presentó un 8,8 %, en ambos casos por encima del 8 % marcado como mínimo.

Sin embargo, las estimaciones sobre cómo sería su situación financiera en caso de encontrarse en un "contexto adverso" -con un nuevo aumento de la presión sobre la deuda pública de los países europeos y un deterioro de las carteras de crédito, entre otros puntos- lo dejan lejos de los objetivos del BCE.

Concretamente, en ese escenario "improbable pero plausible", el BCP presentaría un ratio de capital de apenas un 3 %, lejos del 5,5 % que reclama el supervisor europeo.

Dentro del sector financiero luso, la entidad que salió mejor retratada en estos exámenes fue el BPI, con ratios que prácticamente duplican los exigidos en las tres pruebas realizadas.

La Caixa Geral de Depósitos, por su parte, logró aprobarlos aunque por un estrecho margen, especialmente en la proyección elaborada en base al peor escenario posible, con un ratio del 6,09 %, apenas seis décimas por encima del mínimo exigido.

El banco central luso, en un comunicado, aseguró que la única entidad suspendida "ya ha identificado un conjunto de medidas" para mejorar sus resultados, y que éstas serán "incorporadas a un plano de capitalización que deberá ser presentado al BCE".

El BCP, de hecho, ya acometió a lo largo de 2014 una operación de ampliación de capital por valor de 2.250 millones de euros para reforzar sus índices de solvencia, además de haber ejecutado la venta de algunos de sus activos y haber devuelto parte de la ayuda pública recibida del Estado.

De hecho, los responsables de la entidad aseguraron en un comunicado que confían en que "las medidas ya decididas en 2014 y que no fueron consideradas en las pruebas de solvencia por razones metodológicas -la fecha de referencia es el 31 de diciembre de 2013- permiten superar las necesidades de capital en un escenario adverso".

Por este motivo, "no está siendo analizado cualquier tipo de aumento de capital o venta forzada de participaciones estratégicas", subrayaron.

De acuerdo con los cálculos de la entidad, la mejora operativa del 2014, sumado al "impacto de la venta de la división en seguros" y la venta de una "titulización" del déficit tarifario de la empresa Energías de Portugal (EDP) le permiten ya hoy alcanzar el 5,5 % exigido.

El BCP es la mayor entidad financiera lusa de carácter privado en volumen de activos después de la caída del Banco Espírito Santo -con el que competía por este título-, con un valor de 82.000 millones de euros a cierre de 2013, año en el que registró pérdidas de 740 millones de euros.

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