La Comisión del Pacto de Toledo celebró este jueves una segunda intensa reunión en la que se dejó constancia de que no hay consenso en uno de los puntos claves de la reforma de las pensiones que pretende el Gobierno: subir la edad de jubilación a los 67 años.
Las recomendaciones del Pacto de Toledo incorporarán una mención expresa que deja constancia de que no hay acuerdo en la Comisión sobre cambiar la edad legal de jubilación, ahora establecida en los 65 años. Esta mención se incluyó para contentar al PP y a los grupos de izquierda, que rechazan la propuesta del Gobierno de los 67 años. Gracias a ella se consigue que estos grupos no se levanten de la negociación, con la consiguiente ruptura del Pacto de Toledo.
CiU y PNV, aunque también se oponen a que la jubilación a los 67 sea obligatoria, dejaron ayer bastante claro que están dispuestos a hablar sobre este asunto durante la tramitación parlamentaria de la reforma de las pensiones.
Una redacción muy abierta
Esta mención a la falta de acuerdo en no modificar la edad de jubilación no planteará problemas al Gobierno en su propuesta de los 67 años, ya que en el documento final se incluirán una serie de fórmulas y medidas que abogan por el alargamiento de la vida laboral, que es al argumento al que se pude agarrar el Gobierno para sacar adelante sus pretensiones.
La redacción en la que está trabajando la Comisión, según se recoge en el blog del diputado de CiU, Carles Campuzano, deja claro por dónde irán los tiros :"La Comisión considera la prolongación de la vida laboral de los ciudadanos como un objetivo necesario y deseable; por ello si el objetivo que nos trazamos es el de aumentar la edad real en la que los trabajadores abandonan el mercado de trabajo y tener en cuenta la evolución de la expectativa de vida después de los 65 años, el conjunto de medidas a adoptar puede ser amplio, buscando la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones.La Comisión considera oportuna la modificación del régimen jurídico de la jubilación para conceder mayor relevancia a la carrera de cotización del trabajador, en orden a delimitar la cuantía de su pensión, favoreciendo así la aproximación de la edad real a la edad legal de acceso a ella."
Y es que pese a que el texto en el que trabaja el Pacto de Toledo se esfuerza en no fijar ningún tope a la edad legal, sí menciona la necesidad de incentivar la prolongación de la vida laboral más allá de los 65 años.
También se recomendará incentivar a aquellos trabajadores que opten por seguir trabajando pasada esa edad y en acercar la edad real de jubilación (que ahora está en los 63,5 años de media) a la edad legal. Estas tres medidas son otras formas de proponer que se alargue la edad de jubilación.
¿En qué hay acuerdo?
En lo que sí hay mayoría es en ampliar el periodo de cálculo de la pensión, lo que bajará las pensiones. PP y PSOE, junto con CiU y PNV apoyan la medida frente a la oposición de la izquierda. Ahora se calcula según los últimos 15 años cotizados y el Gobierno quiere elevarlo a 25. Cuanto más atrás se comience a tener en cuenta este periodo, más suele bajar la prestación ya que normalmente los últimos años son en los que más se cotiza.
Las recomendaciones del Pacto de Toledo no ponen ningún tope al periodo de cálculo, de forma que el Ejecutivo podrá campar a sus anchas en este asunto.
Donde sí hay amplio acuerdo es en mejorar las pensiones de aquellas viudas mayores de 65 años, cuya pensión es su principal fuente de ingresos. Éste es uno de los puntos en los que se avanzó ayer y en los que se seguirá trabajando en una reunión que se mantendrá el próximo martes.
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