Jerusalén, 1 may.- El desempleo en Israel se ha disparado en 1,4 puntos en el primer trimestre del año, hasta el 6,9 %, en un claro indicio de la ralentización en la actividad empresarial y debido a un cambio en las fórmulas de cálculo introducido por exigencia de la OCDE.
Los datos de la Oficina Central de Estadísticas de Israel apuntan que sólo de febrero a marzo el paro subió del 6,5 % al 6,9 %, incremento que preocupa en el Ministerio de Finanzas porque refleja el final de un largo período de bajadas en el desempleo desde finales de 2010.
El pasado mes de enero se registró la tasa más baja en décadas: un 5,5 %.
El departamento de estadística de Israel explicó que la pronunciada subida de enero a febrero se debió a un cambio en el cálculo del desempleo para adaptarlo a las normas de la OCDE, que exige una cobertura geográfica más amplia del sondeo y una valoración distinta de cada grupo encuestado, lo que supuso 1 punto más en los porcentajes de parados.
En marzo, la fuerza laboral israelí ascendió a 3,558 millones de personas (de una población de 7,4 millones), de los que 246.000 no tenían empleo.
Según las estadísticas del Banco de Israel, la fuerza laboral representa tan sólo un 57,4 % de la población con posibilidad de trabajar, muy por debajo del promedio de la OCDE que es de 64,5 %.
Las diferencias se originan en dos grupos sociales -ultraortodoxos y árabes- que por cuestiones culturales y religiosas participan en mucha menor medida en la fuerza laboral, lo que significa que tampoco están representados en las estadísticas del desempleo.
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