Berlín.- El presidente alemán, Christian Wulff, expresó hoy su agradecimiento a los ciudadanos de la extinta RDA y a Polonia, Hungría y Rusia su actuación decidida que condujo a la caída del Muro de Berlín y, tan solo 11 meses después, a la unificación de Alemania.
En un esperado discurso en Bremen con motivo del 20 aniversario de la unificación de Alemania, Wulff alabó el valor mostrado por los ciudadanos de Alemania oriental que "protagonizaron la revolución pacífica" de otoño de 1989 y fueron los primeros en reclamar la fusión de los dos estados germanos.
Los alemanes del Este "se liberaron por si solos de la dictadura", afirmó Wulff en presencia de la canciller federal, Angela Merkel, y varios de sus ministros, así como los presidentes de algunos Estados Federados.
El máximo mandatario alemán se refirió en ese sentido al "milagro de Leipzig", la ciudad que acogió, lunes tras lunes hasta la caída del Muro, las manifestaciones que exigían primero el poder para el pueblo y al final un único Estado para todo el pueblo alemán.
Asimismo elogió el papel ejercido por la iglesia protestante en el Este de Alemania que "alentó y dio cobijo en sus templos" a quienes luchaban por la libertad y subrayó el papel del sindicato Solidaridad y los trabajadores polacos que iniciaron en el Este de Europa el cambio que condujo a la caída del Telón de Acero.
En ese sentido subrayó también el rol jugado por Hungría, cuyo gobierno abrió sus fronteras en verano de 1989, y el del último presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, que facilitó el proceso de unificación de Alemania.
El presidente de Alemania hizo un llamamiento al entendimiento, no solo entre los alemanes del este y el Oeste, sino de los alemanes con sus conciudadanos de otros orígenes, acabando con los prejuicios que separan culturas y religiones.
"El país debe soportar la diversidad. Tiene que desearla", dijo Wulff, quien, advirtió sin embargo de que "las grandes diferencias amenazan la unidad. De ello deduzco que hay que apreciar la diversidad, cerrar las grietas de nuestra sociedad. Eso es la tarea de la Unidad Alemana hoy".
Asimismo apeló a no dejarse llevar a "una falsa confrontación" ante el debate abierto por los políticos que critican la deficiente integración de algunos conciudadanos de origen musulmán, discusión que calificó de necesaria, pero que "no debe herir" a las personas con raíces extranjeras.
Wulff subrayó que son necesarios "cursos de integración e idioma para toda la familia, mas ofertas educativas en los idiomas maternos, clases de religión islámica con profesores formados aquí. Y también ser más consecuentes en la imposición de reglas y obligaciones. Pero para todos los que viven en nuestro país."
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