El presidente portugués cerró su ronda de consultas sobre la crisis política

  • El jefe de Estado de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, se entrevistó hoy con los líderes de los dos principales sindicatos del país y concluyó así la ronda de consultas sobre la crisis de Gobierno abierta desde la semana pasada.

Lisboa, 10 jul.- El jefe de Estado de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, se entrevistó hoy con los líderes de los dos principales sindicatos del país y concluyó así la ronda de consultas sobre la crisis de Gobierno abierta desde la semana pasada.

El presidente luso recibió en audiencia durante los últimos tres días a los responsables de todos los grupos parlamentarios, las patronales, los representantes de los trabajadores y al gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, para conocer de primera mano su opinión y analizar posibles soluciones.

Un portavoz del jefe de Estado informó a los periodistas de que Cavaco Silva tiene previsto hablar a lo largo del día de hoy al país, en la que será la primera vez que se pronuncie sobre la crisis política.

Pese a que durante la última semana no ha hecho comentario alguno, en Portugal se da por hecho que el presidente validará el acuerdo alcanzado el viernes por los dos partidos conservadores para mantener el actual Gobierno de coalición.

Las divergencias entre socialdemócratas (PSD, centro derecha) y los democristianos del Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP) fueron solucionadas después de tres días de intensas negociaciones entre los líderes de ambos partidos.

La crisis explotó el pasado martes día 2 de julio, cuando el presidente del CDS-PP, Paulo Portas, presentó su dimisión irrevocable como titular de Exteriores por diferencias con el primer ministro, Pedro Passos Coelho, debido a la falta de consenso para apostar de forma clara por un nuevo "ciclo" económico tras dos años centrados en una duro programa de austeridad.

Esta dimisión colocó la alianza conservadora en el Ejecutivo al borde de la ruptura, aunque Passos Coelho optó por no aceptar en primera instancia su dimisión y acabó por convencer a Portas de continuar en el Gobierno, solución que ya fue divulgada el viernes.

El líder del CDS-PP ganará influencia en el Gabinete y será nombrado viceprimer ministro, un cargo que no existía en Portugal desde hace tres décadas.

Durante las reuniones con el jefe de Estado, los grupos de la oposición abogaron en bloque por la convocatoria de elecciones anticipadas, un escenario que rechazan tanto los conservadores como las principales patronales del país, preocupadas por el impacto de un nuevo acto electoral en la confianza de los mercados.

Desde el principal sindicato del país, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, de orientación comunista), defendieron también la celebración de comicios "para que el pueblo decida" qué camino seguir.

Después de su reunión de hoy con el jefe de Estado, el secretario general del sindicato, Arménio Carlos, acusó al Gobierno de colocar el país en una situación de "calamidad económica y social" por los severos ajustes aplicados a instancias de la UE y el Fondo Monetario Internacional durante los últimos dos años.

Apuntó, asimismo, que el actual Ejecutivo "ya no merece el beneficio de la duda" y censuró los "interese partidistas" que derivaron en la actual crisis política.

La Unión General de Trabajadores (UGT, de tendencia socialista) reivindicó ante Cavaco Silva la adopción de "un cambio de política", independientemente de que lo aplique éste Gobierno u otro salido de las urnas.

"Con este Ejecutivo o con otro, queremos diálogo y una concertación social activa", explicó su secretario general, Carlos Silva.

Al debate se ha sumado en los últimos días la hipótesis de que Portugal precise nuevamente de la ayuda internacional, asumida ya como cierta por el principal partido de la oposición, el socialista.

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