El príncipe inaugura mañana una planta de Petronor en ausencia de Urkullu

  • El príncipe de Asturias inaugurará mañana en la localidad vizcaína de Muskiz la unidad de reducción de fuelóleo (URF), conocida como planta de coque, puesta en marcha por la refinería vizcaína de Petronor tras una inversión de 850 millones de euros, en un acto al que no irá el lehendakari, Iñigo Urkullu.

Bilbao, 2 abr.- El príncipe de Asturias inaugurará mañana en la localidad vizcaína de Muskiz la unidad de reducción de fuelóleo (URF), conocida como planta de coque, puesta en marcha por la refinería vizcaína de Petronor tras una inversión de 850 millones de euros, en un acto al que no irá el lehendakari, Iñigo Urkullu.

La inauguración contará con la presencia de Don Felipe y de los presidentes de las dos firmas accionistas de Petronor, Antonio Bufrau, del mayoritario Repsol, y Mario Fernández, de Kutxabank.

No asistirán, en cambio, Urkullu y el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, también del PNV, ausencias que han provocado la polémica, puesto que la nueva planta de Petronor es una de las mayores inversiones realizadas en Euskadi.

Urkullu y Bilbao se han limitado a aducir "motivos de agenda" para no acudir a la cita.

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, ha calificado la ausencia del lehendakari como "un desplante que requiere de una explicación exacta y concreta".

La representación del Gobierno vasco será asumida por tres consejeros: el portavoz y titular de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka; la responsable de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, y la de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi.

Entre otros invitados, también acudirán el ministro de Industria, José Manuel Soria, la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería o el del PP vasco, Antonio Basagoiti.

Las nuevas instalaciones transforman los componentes más pesados del petróleo, el "fondo del barril", cuyo destino es la fabricación de fuelóleo, en productos ligeros de mayor demanda: gases licuados (propano, butano), gasolinas y gasóleos.

Esta transformación se basa en el proceso de "conversión" térmica del petróleo. Para ello, se procede a romper las moléculas de elevado peso molecular contenidas en el crudo calentándolo a muy alta temperatura (cerca de 500º C).

El nuevo proceso va a suponer un cambio radical en el funcionamiento de la refinería, que fue diseñada y construida hace 40 años con el objetivo de suministrar fuelóelo, dado que, en aquellos años, era el combustible empleado en la industria y en la central eléctrica del entorno.

Desde entonces, la demanda de ese producto -y la producción de fuelóleo de Petronor- ha ido reduciéndose paulatinamente, de manera que Petronor en la actualidad lo vende como combustible para grandes barcos mercantes o de pasajeros o para industrias.

El proyecto URF permitirá reducir a menos de la cuarta parte la producción de fuelóleo de Petronor y aumentar la producción de los productos más demandados por la sociedad y fabricados habitualmente en refinerías: propano, butano, gasolina y sobre todo gasóleo.

De esta manera, la refinería propiedad de Repsol ha asegurado que se garantizará la continuidad de la empresa.

Asimismo, obtendrá un nuevo producto, el coque de petróleo, destinado al sector del cemento o generación de energía eléctrica.

Además de los accionistas de Petronor (Repsol y Kutxabank), el proyecto ha contado con financiación del Banco Europeo de Inversiones y del Ministerio de Industria.

El empleo fijo vinculado a la operación y manejo de productos de la nueva planta alcanza unas 100 personas.

Además, otros servicios necesarios para garantizar el funcionamiento de la planta (mantenimiento, vigilancia, etc) crearán empleos adicionales.

Durante el periodo de construcción se han alcanzado los 8 millones de horas trabajadas, lo que corresponde a una ocupación laboral media de unos 1.500 trabajadores.

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