El retroceso exportador de Japón contrae su PIB entre octubre y diciembre

  • El PIB de Japón se contrajo entre octubre y diciembre un 2,3 por ciento en tasa interanual, una caída superior a la prevista, a causa de las inundaciones en Tailandia y la fortaleza del yen, que golpearon las exportaciones de la tercera economía mundial.

Tokio, 13 feb.- El PIB de Japón se contrajo entre octubre y diciembre un 2,3 por ciento en tasa interanual, una caída superior a la prevista, a causa de las inundaciones en Tailandia y la fortaleza del yen, que golpearon las exportaciones de la tercera economía mundial.

Con respecto al trimestre anterior, el producto interior bruto (PIB) nipón mermó un 0,6 por ciento, mientras que en todo 2011 la economía japonesa se encogió un 0,9 por ciento de media, en lo que representa su primer retroceso desde 2009, cuando la caída de Lehman Brothers afectó de lleno al país asiático.

La contracción responde al golpe sufrido en la producción y las exportaciones, las bases sobre las que Japón sustentó el avance del periodo julio-septiembre (del 5,6 por ciento interanual), que parecía cimentar la recuperación tras el terremoto del 11 de marzo.

Sin embargo, los datos del último trimestre del año resaltan una vez más la vulnerabilidad de la segunda economía de Asia a los factores externos.

Las exportaciones niponas, que constituyen en torno al 40 por ciento del PIB, han padecido la reducción de demanda procedente de Europa, afectada por la crisis de deuda, y de Asia, a donde Japón exporta importantes volúmenes de componentes para fabricar productos que luego son a su vez consumidos en el Viejo Continente.

A esto se sumaron las inundaciones en Tailandia, que afectaron a la cadena de producción al anegar las plantas de importantes empresas niponas, mientras que el yen, convertido en divisa refugio en los mercados, volvió a tocar un nuevo máximo histórico con respecto al dólar el pasado 31 de octubre.

La intervención récord del Gobierno nipón por 8,07 billones de yenes (78.269 millones de euros) en el mercado de divisas entre octubre y noviembre apenas logró abaratar una moneda cuya persistente fortaleza recorta los beneficios y la competitividad del sector exportador.

Ello supuso que los envíos de vehículos y semiconductores sufrieran los mayores retrocesos entre octubre y diciembre, y que las exportaciones de bienes y servicios se vieran recortadas en un 3,1 por ciento con respecto al trimestre precedente, según los datos facilitados hoy por el Gobierno nipón.

En el cuarto trimestre de 2011 el consumo privado, el otro gran pilar sobre el que Japón basa su economía, creció, aunque menos de lo esperado, un 0,3 por ciento con respecto al trimestre anterior.

Pese a estos datos, el Gobierno mantiene cierto optimismo en relación al panorama actual y hoy reiteró su confianza en que Japón volverá a crecer entre enero y marzo de 2012.

"En diciembre, las exportaciones y la producción aumentaron tras las inundaciones en Tailandia, y si tomamos en cuenta esos factores y miramos la situación económica general creo que podemos decir que la tendencia alcista continúa", manifestó el ministro de Estrategia Nacional, Motohisa Furukawa, en un comunicado.

Se espera que el PIB nipón retorne a terreno positivo en los tres primeros meses de 2012 apoyado en la recuperación de la economía estadounidense y en los trabajos de reconstrucción de las zonas asoladas por el terremoto y tsunami de hace casi un año.

En ese sentido, se espera que la liquidación de los presupuestos extraordinarios para la rehabilitación del devastado noreste aceleren la inversión pública, que entre octubre y diciembre cayó un 2,5 por ciento a ritmo trimestral ante la tardanza de la clase política a la hora de aprobar dichas partidas.

La publicación del PIB nipón coincidió hoy con el inicio de la reunión mensual de dos días de la junta de Banco de Japón (BOJ) para decidir sobre los tipos de interés, actualmente entre el 0 y el 0,1 por ciento.

Los analistas no esperan que la entidad flexibilice aún más su política monetaria, aunque sí se especula con la posibilidad de que el BOJ rebaje sus perspectivas respecto a la economía nipona, algo que ya hizo en enero, cuando pronosticó que en el año fiscal 2011 el PIB sufrirá una contracción del 0,4 por ciento.

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