Empleo, cuotas y Mediterráneo: los retos para el sector pesquero español

El sector pesquero español encara el nuevo curso después de un verano positivo por la recuperación de las ventas y del consumo turístico y retoma sus grandes preocupaciones, entre ellas la escasez de personal a bordo, las cuotas o los recortes en el Mediterráneo. El verano ha supuesto un alivio para los pescadores, por la mejora de precios en las lonjas, gracias a la reapertura de la hostelería y al turismo nacional, después de la pandemia de la Covid.

Los responsables de la patronal de armadores Cepesca y de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP) coinciden, en declaraciones a Efe, en que esas buenas ventas permiten afrontar septiembre con más tranquilidad. Entre sus retos destacan las negociaciones de las cuotas y propuestas ambientales nacionales o de la Comisión Europea (CE) que dificultan la actividad de los pescadores; a ellos se suma el problema por la falta de relevo generacional y de marineros. Problemas que los representantes de la flota expondrán al comisario europeo de Pesca y Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, quien llega este domingo a España, donde visitará Galicia, Murcia y la Comunidad Valenciana.

MEDITERRÁNEO Y CUOTAS ATLÁNTICAS

Armadores y cofradías insisten en los perjuicios económicos por el plan de la Comisión Europea (CE) que reduce los días de faena en el Mediterráneo, un recorte que también proyecta Bruselas para 2022 para proteger el caladero. El secretario general de Cepesca, Javier Garat, y el presidente de la FNCP, Basilio Otero, insisten en las pérdidas para barcos de arrastre y empresas familiares por lo que ha sido una rebaja del 29% en los días de pesca, en dos años. Piden a la CE que espere a las evaluaciones científicas de las medidas emprendidas hasta ahora, antes de ir más lejos con los recortes.

Otero añade que en todas las aguas la limitación de cuotas siempre es "un miedo" y que, por ejemplo, este año la campaña del bonito del norte ha terminado en un tiempo récord, lo que elimina una actividad "refugio" para barcos dedicados a otros pescados como la merluza.

Por otro lado, los pescadores muestran su preocupación por la escasez de tripulantes. Reclaman medidas para atraer el talento joven hacia el mar y también para facilitar la contratación de extranjeros. En ese sentido, según Cepesca, está pendiente la firma de un convenio entre España e Indonesia.

GASÓLEO, LEYES NACIONALES E INTERNACIONALES

Garat destaca entre los asuntos relevantes la reforma de la Ley de Pesca, actualmente en proceso de consulta pública, y subraya que la principal preocupación para las empresas es que se mantenga la "seguridad jurídica" respecto a las posibilidades de capturas. A su juicio, los textos que se conocen hasta ahora "generan dudas" y "sería un duro golpe" para los armadores que se reabran repartos, en virtud de los cuales invirtieron en la compra de derechos de pesca.

Por otro lado, existe preocupación por las propuestas que amenazan con las exenciones de impuestos al gasóleo pesquero, que mermarían la rentabilidad de las empresas y llevarían al cierre a muchas, según Garat y Otero. El sector esgrime que no tiene alternativas y que para introducir motores con otras energías, necesita incrementar la potencia de los buques, lo cual está prohibido por la legislación de la UE.

En la agenda internacional también figuran las tensiones entre la UE y Noruega, por su autoasignación de capturas de caballa y la ratificación del acuerdo con Mauritania antes de que expire el actual (15 de noviembre) para evitar que la flota abandone sus aguas. También está en negociación la reforma de la legislación de la UE sobre control pesquero, que entre otras medidas, impone cámaras de vídeo a bordo. A escala global, la Organización Mundial del Comercio (OMC) negocia una regulación de los subsidios pesqueros en la que está en juego, precisamente, la continuidad de las exenciones fiscales al carburante.

FONDOS DE LA UE

Una vez aprobado el nuevo Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y de la Acuicultura (FEMPA), el Gobierno, las comunidades autónomas y el sector deben diseñar el programa para su aplicación, previsible a partir de 2023. Una de las quejas habituales en el sector es la complejidad burocrática, que "desincentiva", según Garat. En este sentido, apunta que hay ayudas para compensar por las pérdidas de la Covid-19 y por las vedas en el Golfo de Cádiz y Mediterráneo que aún no han llegado a las empresas.