España abre el jueves 12 de enero el calendario de emisiones de deuda

  • El Tesoro Público celebrará el próximo jueves 12 de enero su primera emisión de deuda del año, de bonos a cuatro y cinco años, tras haber logrado bajar el interés de las dos últimas subastas celebradas en 2011.

Madrid, 6 ene.- El Tesoro Público celebrará el próximo jueves 12 de enero su primera emisión de deuda del año, de bonos a cuatro y cinco años, tras haber logrado bajar el interés de las dos últimas subastas celebradas en 2011.

En las dos últimas emisiones del año pasado, España adjudicó más de 11.600 millones de euros en letras a tres y seis meses y en obligaciones con distintos vencimientos, en ambos casos con significativos descensos de la rentabilidad y superando los objetivos de la colocación.

España se beneficiaba de la seguridad que aportaba a los mercados la estabilidad del Gobierno español, comprometido con la reducción del déficit y del gasto público.

De este modo, la prima de riesgo de España, que muestra el sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda soberana española frente a la alemana, considerada más segura, se relajaba en la últimas semanas de 2011 y se situaba ligeramente por encima de 320 puntos básicos.

A lo largo del ejercicio pasado, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, que permite medir la prima de riesgo país, prácticamente se duplicó desde los 250 puntos básicos con los que comenzaban el año hasta los 499 de mediados de noviembre.

Sin embargo, en la primera semana del año varios factores han introducido de nuevo tensiones en el mercado de deuda soberana de la zona del euro, hasta el punto de que Francia tuvo que subir ayer el interés de los cerca de 8.000 millones de euros de deuda a medio y largo plazo que colocó ayer.

La deuda soberana europea se resiente de las renovadas dudas sobre la reforma del sistema financiero español, que según aseguró hace unos días el ministro de Economía, Luis de Guindos, tendrán que incrementar sus provisiones para hacer frente a los activos tóxicos del "ladrillo", en 50.000 millones de euros.

Además, tras la aprobación del último paquete de ayuda a Grecia, el país se enfrenta a la posibilidad de una quiebra en los próximos tres meses si no llega a un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, al tiempo que Hungría, que no forma parte de la zona del euro, podría recibir ayuda del FMI y la UE.

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