Expresidentes de Brasil y España denuncian parálisis de la reforma financiera

  • Luiz Inácio Lula da Silva y Felipe González, expresidentes de Brasil y España, respectivamente, denunciaron hoy el estancamiento de la reforma financiera mundial y pidieron decisiones políticas para enfrentar la crisis económica en los países desarrollados.

Sao Paulo, 26 mar.- Luiz Inácio Lula da Silva y Felipe González, expresidentes de Brasil y España, respectivamente, denunciaron hoy el estancamiento de la reforma financiera mundial y pidieron decisiones políticas para enfrentar la crisis económica en los países desarrollados.

"Este funcionamiento del sistema financiero global como un casino, sin reglas, esto no se puede seguir soportando", dijo González.

En un foro en Sao Paulo titulado "Nuevos desafíos de la sociedad" organizado por el diario Valor Económico, los dos exmandatarios de izquierdas criticaron la respuesta a la crisis.

Lula recordó que cuando él era presidente los líderes mundiales acordaron acabar con los paraísos fiscales, pero "no sucedió nada, absolutamente nada".

Además, pese a la denuncia colectiva de las bonificaciones que recibían los banqueros, que premiaban los resultados a corto plazo sin importar el riesgo asumido por la entidad, según Lula "se siguen pagando de la misma forma".

Ambos exmandatarios pidieron que los bancos centrales requieran a los inversores en los mercados de futuros que hagan un depósito en efectivo por un porcentaje del valor de los contratos para evitar la especulación.

El expresidente brasileño dijo que la salida a la crisis requiere más crecimiento económico y más empleo, y su colega español promovió la vinculación de los sueldos con la productividad.

"Con salarios baratos no vamos a competir con Asia", aseveró González, mientras que Lula pidió a los trabajadores europeos que luchen para no perder el estado de bienestar social

Respecto a China, Lula pidió que exporte menos y que consuma "un poco más" para equilibrar el comercio en el planeta y abogó por el fin de las medidas proteccionistas en el mundo.

Los dos antiguos presidentes también coincidieron en que existe una crisis de liderazgo político en Europa a la hora de enfrentar la crisis.

Lula denunció además que ni la ONU ni el Fondo Monetario Internacional (FMI) representan adecuadamente el mundo actual, por lo que a su juicio falta un "centro de decisiones".

González opinó que el propio sistema político está en crisis y en el caso de España acusó a los partidos de "endogamia", pues en su opinión, "se miran demasiado hacia dentro y no hacia la sociedad".

El expresidente del Gobierno español pidió listas abiertas para que los ciudadanos "no tengan que votar al candidato que le diga la burocracia del partido".

Para el caso brasileño, Lula defendió la importancia de una reforma política, aunque alertó de que los miembros del Congreso prefieren mantener el estatus quo.

"Si el Congreso no hace la reforma, deberíamos tener una (Asamblea) Constituyente" para llevarla a cabo, afirmó.

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