Fábricas extranjeras sufren protestas laborales acusadas de abuso de poder

  • Dos marcas extranjeras que fabrican en China productos de lujo, Gucci y Citizen, sufrieron en las últimas semanas protestas y huelgas de sus trabajadores al considerar abuso de poder el intento de deducir del salario el coste de un objeto robado o las pausas para ir al baño.

Paloma Caballero

Pekín, 26 oct.- Dos marcas extranjeras que fabrican en China productos de lujo, Gucci y Citizen, sufrieron en las últimas semanas protestas y huelgas de sus trabajadores al considerar abuso de poder el intento de deducir del salario el coste de un objeto robado o las pausas para ir al baño.

La italiana Gucci, fabricante de accesorios y ropa que vende en China también por internet, y la japonesa Citizen, de relojes, tuvieron que negociar y aceptar la retirada de capataces que ejercían ciertas prácticas laborales o aplazar el deseado pago a la hora que iba a introducir la segunda en el departamento de correas.

La firma japonesa llegó a ofrecer a los trabajadores que crearan su propio sindicato para la mejora del futuro diálogo con los empleados, ya que en esta ocasión el acuerdo se negoció con un sindicato general de Shenzhen, informó la agencia oficial Xinhua.

La huelga ya concluida en la fábrica de Citizen en la industrial ciudad de Shenzhen (suroeste), según informó hoy el "South China Morning Post", fue la segunda en cuatro meses, ya que en junio se declaró una en la planta de Dongguan (sureste) porque la empresa pidió trabajar fines de semana para recuperar días perdidos por la rotura del sistema de aire acondicionado.

"Si puede ser normal que se exija no responder a las llamadas del teléfono móvil en horas de trabajo, no es razonable que se exija depositarlo a la entrada de la fábrica como se hace en la Oficina de Seguridad Pública o en la Bolsa", escribió hoy en un foro de internet un usuario llamado "Budongzun".

El internauta, que se refería a las quejas de empleados de Gucci China, destacó también que "examinar los bolsos para ver si se roban objetos es un atentado contra los derechos humanos".

Según dijeron empleados de la firma italiana a la agencia oficial Xinhua, "el intento de deducir del salario el precio del objeto robado supone también doble beneficio para la empresa porque cada producto está asegurado".

"No debería aceptarse que el jefe te hable durante media hora de trabajo después de firmar la salida de la jornada", añadió Budongzun en el foro "Kds Life".

En los últimos dos años, con la llegada de la inversión exterior masiva a China y el aumento de los salarios y el poder adquisitivo general, las protestas contra las condiciones laborales de empresas y multinacionales aumentan.

Los trabajadores chinos en la llamada "fábrica del mundo" exigen cada vez más mejores condiciones, remuneraciones salariales y compensaciones salariales.

El fenómeno, desconocido hasta entonces en China, ha hecho que algunos fabricantes comiencen a hablar con seriedad de deslocalización de la producción a otros países del sureste asiático, donde los costes de la mano de obra son aún menores.

"El aumento de los salarios puede llegar hasta el 10 por ciento anual por nuevas regulaciones que persiguen mejorar los ingresos de los trabajadores, lo que nos lleva a plantearnos a medio plazo producir solamente aquí para el mercado chino", dijo a Efe el representante de una empresa alemana que fabrica compresores.

A principios de 2011, otra huelga se declaró en una planta de bolsos de lujo en Panyu que fabrica para Michael Kors, DKNY, Burberry, Kate Spade o Coach, cuando sus trabajadores denunciaron cobrar 180 euros mensuales por jornadas de 12 horas diarias.

Huelgas declaradas en fábricas de las compañías automovilísticas japonesas como Toyota y Honda o del gigante taiwanés de la electrónica Foxconn Technology Group se llegaron a solucionar con aumentos salariales de hasta el 60 por ciento.

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