Feijóo apela a la "unidad histórica" para defender los intereses del naval

  • El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha apelado hoy a mantener la "unidad histórica" que se ha producido para defender los intereses del sector naval ante la decisión de la (CE) de que se tengan que devolver las ayudas fiscales -tax lease- desde el año 2007 al 2011.

Santiago de Compostela, 18 jul.- El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha apelado hoy a mantener la "unidad histórica" que se ha producido para defender los intereses del sector naval ante la decisión de la (CE) de que se tengan que devolver las ayudas fiscales -tax lease- desde el año 2007 al 2011.

En la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, celebrada esta mañana, Feijóo dijo que "es muy importante mantenerse unidos", y subrayó la "unidad histórica" originada a la hora de defender los intereses generales en relación con el sector naval.

El máximo mandatario gallego dijo que la Xunta plantea, ante el nuevo escenario que se abre, afrontar este tema en distintos frentes y que ello se lo ha trasladado ya al Gobierno central.

Por un lado, se refirió a la presentación ante el tribunal Europeo de Luxemburgo de un recurso contra la resolución del colegio de comisarios europeos de exigir la devolución de las ayudas fiscales.

"Creemos que los argumentos jurídicos esgrimidos son sólidos y, en consecuencia, que pueden ser atendidos por el Tribunal de la Unión Europea", indicó.

Además, se refirió a la conveniencia de solicitar la suspensión de la decisión de la CE mientras no haya una sentencia del citado Tribunal.

También se refirió a la necesidad de "minimizar al máximo" los posibles efectos de la resolución del colegio de comisarios, en el supuesto de que no sean admitidas las medidas cautelares.

En este sentido, propuso que la Agencia Tributaria comience a calcular el menor impacto posible que la resolución pueda suponer para los inversores, para las agrupaciones de interés económico y para las entidades que financiaron la construcción de buques entre 2007 y 2011 en España.

Durante su intervención, Feijóo se refirió a la necesidad de adoptar iniciativas favorables a la viabilidad de los astilleros en Galicia y en España.

Por ello, propuso que el Gobierno central mantenga "el grupo de trabajo" formado entre el propio Ejecutivo, las comunidades de Galicia, Asturias y País Vasco, los sindicatos y los propios astilleros.

Asimismo, el presidente de la Xunta manifestó la necesidad de articular fórmulas que garanticen la financiación de los contratos que se puedan firmar a partir de ahora en el sector naval español y en el gallego en particular.

Por ello, señaló: "tenemos que poner en valor un sistema de tax lease que está aprobado en noviembre de 2012, que tiene el refrendo de la UE, y que la UE dice que es plenamente legal".

Respecto a si la resolución sobre el tax lease podrá tener repercusión en los contratos anunciados con la petrolera Pemex, Feijóo indicó que ante la nueva situación "vamos a trabajar conjuntamente para acreditar que el riesgo que puede asumir Pemex es inexistente, pero es evidente que Pemex tiene que evaluar la nueva situación", destacó.

"Ahora acreditamos que los problemas de los contratos de Pemex era el problema del tax lease, desde el punto de vista de inicio de corte de chapa", subrayó.

El presidente de la Xunta explicó que nada más tener conocimiento de la resolución del colegio de comisarios sobre el tax lease, el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, se reunió con directivos de la petrolera mexicana.

No obstante, dijo, "los contratos de Pemex son los que eran", y consideró que "no existe riesgo" para la compañía mexicana dado que la resolución de la CE excluye a los astilleros y a los armadores de la devolución de las ayudas fiscales.

Feijóo eludió pronunciarse sobre la decisión del alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, de nombrar 'persona non grata' al comisario Almunia, pero matizó: "la gente es muy inteligente".

Asimismo, reprochó al comisario europeo de la Competencia las palabras que pronunció en el sentido de que "habría gente que tendría que comerse sus palabras", y lo calificó como "lenguaje impropio de un vicepresidente de la UE" y dijo que esas palabras "merecerían algún tipo de rectificación".

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