Feria de San Isidro arranca hoy con expectación en ruedo y miedo en taquilla

  • La Feria de San Isidro, donde toreros y ganaderos se juegan gran parte de su prestigio y cotización, arranca este jueves en Las Ventas con expectación por parte del aficionado, por todo lo que pueda acontecer en el ruedo, y con el miedo de la empresa ante la incertidumbre de cómo vaya a funcionar la taquilla.

Javier López

Madrid, 9 may.- La Feria de San Isidro, donde toreros y ganaderos se juegan gran parte de su prestigio y cotización, arranca este jueves en Las Ventas con expectación por parte del aficionado, por todo lo que pueda acontecer en el ruedo, y con el miedo de la empresa ante la incertidumbre de cómo vaya a funcionar la taquilla.

El considerado gran mundial del toreo da el pistoletazo con una corrida de toros de los hierros de José Luis Pereda y "La Dehesilla" para los diestros Diego Urdiales, Leandro Marcos y Jesús Martínez "Morenito de Aranda".

Se trata de la primera de las veinticuatro tardes de las que se compone el ciclo, desglosado en diecinueve corridas de toros, dos de rejones y tres novilladas; festejos en los que participarán lo más granado del panorama taurino nacional e internacional, con las excepciones, ya conocidas, de José Tomás, Julián López "El Juli" o Enrique Ponce.

La feria, aún con un gran número de carteles de escaso relumbrón, como es habitual cada año, cuenta también con notables alicientes que le otorgarán al aficionado un plus de motivación para aguantar estoicamente el casi mes entero ininterrumpido de toros.

Sin lugar a dudas, el día más esperado de la feria es el de los seis "victorinos" para Alejandro Talavante en solitario, el día 18, una tarde que marcará un antes y un después no sólo en la carrera del torero extremeño, sino también en el devenir de un ciclo que, desde las dos tardes triunfales de José Tomás en 2008, está ayuno de un hito histórico que se recuerde con el paso de los años.

No será éste el único incentivo del serial, pues el abonado podrá disfrutar también de un gran número de figuras de a pie y a caballo, matadores de moda, toreros jóvenes y el descubrimiento de los que llegan desde fuera de España.

La preocupación, más allá de cómo esté cada torero tarde tras tarde, es, sin duda, la respuesta del público en taquilla después del batacazo que se ha llevado la empresa con la notable caída en la renovación de abonos.

Pero la crisis económica deberá compensarse un año más con la diversión, pues tardes hay de sobra para que, al menos, en las dos horas y media que dura el festejo, el aficionado pueda olvidar sus penas y salga de la plaza toreando, como se dice, por la calle de Alcalá.

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