Fiscalía pide 25 años para un enfermero acusado de matar a su mujer con talio

  • La Fiscalía de Las Palmas solicitará 25 años de prisión por un presunto delito de asesinato para el enfermero que supuestamente envenenó con talio radiactivo a su mujer, también enfermera, el 11 de julio de 2010 en el Hospital Insular de Gran Canaria.

Las Palmas de Gran Canaria, 11 jun.- La Fiscalía de Las Palmas solicitará 25 años de prisión por un presunto delito de asesinato para el enfermero que supuestamente envenenó con talio radiactivo a su mujer, también enfermera, el 11 de julio de 2010 en el Hospital Insular de Gran Canaria.

Así lo ha anunciado hoy la Fiscalía de Las Palmas, que ha interesado la apertura de juicio oral ante el Tribunal del Jurado y ha formulado escrito de acusación contra Iván R.A., en prisión desde el 15 de julio de 2010 por esta causa, conocida como el "caso talio".

El acusado, de 32 años, estaba casado desde julio de 2009 con la víctima, Laura A.G., natural de Granada y con quien tenía un hijo de dos años.

Ambos residían en el barrio de La Pardilla del municipio grancanario de Telde, él trabajaba como enfermero en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Insular de Gran Canaria y en la de la Clínica San Roque, y ella como enfermera de la UMI del Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, según recuerda el fiscal en su escrito de acusación.

Según la Fiscalía, el acusado había trabajado antes en unidades de radiología, medicina interna, neurología, cirugía torácica, obstetricia y ginecología, "por lo que tenía amplios conocimientos de los tratamientos a dispensar" en esas especialidades y en el "manejo y efectos de los medicamentos que se utilizaban" en ellas.

Meses antes de la muerte de su mujer, "agobiado por las deudas y las discusiones frecuentes" que tenía con ella, el acusado "decidió acabar con su vida y, para ello, decidió emplear sus conocimientos de medicina", afirma el fiscal.

Además, el Ministerio Público sostiene que el acusado se aseguró lograr su propósito sin que la víctima ni los médicos que previsiblemente la iban a atender "se diesen cuenta", para lo que pretendió "ocultar su acción tras una enfermedad desconocida y rara que, supuestamente, padecía" su mujer, "imposibilitando con ello todo tipo de defensa y tratando de causarle el mayor dolor posible".

Así, "con la finalidad de disminuir sus defensas, de un modo que se ignora", el acusado "fue suministrando talio" a su mujer, lo que "empezó a provocar" en ella "dolores musculares, pérdida de pelo, vértigo y cansancio generalizado", que la mujer atribuía al estrés o a la falta de vitaminas.

Además, según la Fiscalía, el acusado comenzó a suministrar a su mujer, "sin que ella se diese cuenta, benzodiacepinas, opiáceos e insulina", lo que provocó que el 15 de mayo de 2010 la mujer sufriera una hipoglucemia severa que le llevó a perder la conciencia y a ser tratada, previo requerimiento de su marido al 112, en las áreas de urgencias y medicina intensiva en el Hospital Insular de Gran Canaria, donde permaneció ingresada unos días.

En ese tiempo, el acusado acompañó a su mujer y a los médicos que la trataban, "de modo que conocía al detalle los síntomas y el tratamiento que le fue administrado", y, en la noche del 19 al 20 de mayo de 2010, se ofreció al personal de enfermería de la planta donde ella permanecía ingresada a atenderla "para ahorrar trabajo a sus compañeros".

El fiscal sostiene que acusado siguió administrando fármacos y talio a su mujer en posteriores estancias hospitalarias, lo que hizo que el 11 de julio la mujer "sufriera una parada cardiorrespiratoria con asistolia y muriera en la UMI por una "poliintoxicación por diferentes sustancias", entre ellas "ansiolíticos, insulina y talio", lo que le provocó un "fracaso multiorgánico".

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