Fitch rebaja la nota de tres bancos lusos hasta el nivel de "bono basura"

  • La agencia Fitch rebajó hoy en un escalón la nota de tres de los principales bancos lusos, de "BBB-" hasta "BB+", la misma calificación que colocó ayer a la deuda soberana de Portugal y que equivale ya a "bono basura".

Lisboa, 25 nov.- La agencia Fitch rebajó hoy en un escalón la nota de tres de los principales bancos lusos, de "BBB-" hasta "BB+", la misma calificación que colocó ayer a la deuda soberana de Portugal y que equivale ya a "bono basura".

Las entidades afectadas por el recorte de la compañía de notación financiera fueron la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD, la mayor entidad financiera del país), el Banco Comercial Portugués (BCP, participado por el Sabadell) y el Banco Portugués de Inversiones (BPI, participado por La Caixa).

En un comunicado, los analistas de Fitch apuntaron a la rebaja anunciada ayer de la deuda soberana lusa como principal motivo del recorte a estas entidades financieras, a las que colocó además bajo pronóstico negativo.

La agencia mantuvo las notas de la caja Montepio Geral y del Banco Internacional de Funchal (Banif), establecidas en "BB" y "B" -ambas son consideradas también "bono basura"-, respectivamente, aunque las colocó ahora en perspectiva negativa.

"Un nuevo descenso en el 'rating' de la deuda soberana de Portugal podría provocar otro recorte en la nota de la CGD, el BCP y el BPI", advirtieron los analistas de Fitch, que puntualizaron también que la nota de Montepio y Banif sólo podría caer nuevamente si la calificación de Portugal fuese rebajada en más de un escalón.

Fitch también decidió cortar el grado de viabilidad de la CGD, el BCP y el BPI debido a que, en su opinión, estas entidades "necesitan reforzar su capitalización pero su flexibilidad para hacerlo será probablemente cada vez más reducida" debido al empeoramiento del panorama económico, los ingresos y la calidad de los activos.

Otro de los grandes bancos portugueses, el Espirito Santo (BES), no fue incluido en las últimas revisiones de Fitch al sector debido a que la entidad optó por rescindir el contrato con esta agencia en noviembre del año pasado.

Las dificultades de Portugal para acceder a financiación en el mercado debido a los altos intereses que exigen los inversores para comprar su deuda, que le llevaron a pedir el rescate a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional el pasado mes de abril, ha perjudicado también a las entidades financieras lusas.

A estos problemas para poder recurrir al mercado se suman las exigencias de la UE al sector para que los bancos refuercen sus provisiones y mejoren sus ratios de solvencia para dar garantías de liquidez.

Para ayudar a su recapitalización, de los 78.000 millones de euros prestados a Portugal por las instituciones internacionales 12.000 millones están reservados precisamente al sector financiero, en caso de que finalmente decida utilizarlo.

Las dudas acerca de la situación financiera de Portugal también han tenido su impacto en la cotización bursátil de los principales bancos lusos, que acumulan fuertes pérdidas en la Bolsa de Lisboa desde que comenzó el año.

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