Redacción Economía, 28 nov.- La banca española ha sufrido desde mediados de 2011 la pérdida de 150.000 millones de euros en depósitos de no residentes, en parte por el deterioro de la confianza inversora, según un informe del FMI.
El organismo que dirige Christine Lagarde explica en un informe sobre la reestructuración financiera que en esta caída, que supone el "4 % de los activos bancarios", también ha influido el descenso de los depósitos asociados a las operaciones de repos entre bancos españoles.
Por lo que respecta a los depósitos nacionales, el FMI constata también que "persiste" el flujo de salida, aunque las dos terceras partes se explican por un factor "artificial" relacionado con el tratamiento contable de bonos titulizados.
Otro factor adicional ha sido la decisión de la banca de hace unos meses de comercializar de manera masiva pagarés entre los clientes, en lugar de depósitos, lo que hizo que cayera esta partida.
En cualquier caso, el FMI advierte de que la banca afronta "riesgos de falta de liquidez", porque la proporción entre créditos y depósitos es del 150 por ciento, un ratio que aunque se ha mantenido estable, sigue siendo alto.
Los mayores bancos españoles han regresado al mercado de capitales con emisiones que les han permitido recobrar liquidez, pero pese a este el FMI advierte que pese a este espejismo, "la liquidez sigue siendo un problema para muchos bancos".
En un informe emitido hoy, el FMI hace balance del transcurso de la reestructuración financiera en España, que en su opinión avanza con "progresos", aunque queda pendiente una parte vital, la recapitalización de las entidades con problemas y la puesta en marcha del banco malo.
Desde su punto de vista, la tarea ahora es "restaurar un sistema financiero bien capitalizado que pueda dar apoyo a la recuperación económica", y con el menor coste para el contribuyente, lo que puede implicar la liquidación de las entidades no viables.
De esta manera, habrá que "evitar nuevas fusiones que no creen valor claramente y asegurando que cualquier reducción de la cartera de créditos bajo los planes de reestructuración "no perjudican" el flujo de crédito hacia la economía real.
En su informe, también valora la decisión de las autoridades comunitarias y españolas de hacer descansar parte del coste de reestructuración en los accionistas y tenedores de bonos y preferentes.
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