Fomento destinará 1.194 millones a la deuda pendiente de ejercicios pasados

Madrid, 1 oct.- Fomento destinará en 2013 un total de 1.194 millones de euros a los gastos pendientes de pagar de ejercicios anteriores, de los que 678 millones corresponden a carreteras -incluidos 7 millones de energía eléctrica-, 205 millones a vivienda, y 318 millones a correos y telégrafos.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha explicado hoy, en una rueda de prensa con motivo de la presentación de los presupuestos para 2013 del departamento que dirige que se trata de la deuda que han dejado "otros" sin pagar en ejercicios pasados y que "estamos pagando ahora".

Los gastos sin pagar en materia de carreteras corresponden tanto a la creación de nuevas infraestructuras en pasados ejercicios, donde ascienden a 539,8 millones de euros, como a la conservación y explotación, donde el importe es de 124,2 millones, además de los citados 7 millones de energía eléctrica.

Pastor ha detallado que en el primer apartado se incluyen 222,1 millones por certificaciones finales de obras del método alemán; 75,9 millones por reclamación de intereses de demora; 187,5 millones por revisiones de precios de obras; 7,4 millones por revisiones de precios de servicios; 14,3 millones por sentencias de intereses de demora, y 32,6 millones por expropiaciones.

En cuanto a la conservación y explotación, 59,1 millones corresponden a conservación integral; 11,2 millones a expropiaciones; 11 millones a reclamación de intereses de demora; 34,2 millones a revisiones de precios de obras, y 8,7 millones a revisiones de precios de servicios.

Según ha señalado hoy la titular de Fomento, los grandes retos del ministerios buscan acometer reformas para potenciar el servicio público, garantizar un retorno económico y social de las inversiones, buscar la austeridad controlando "hasta el último euro" de lo que se invierte, priorizando lo más importante.

Además, el departamento tiene como objetivo mejorar la conservación de las infraestructuras, la cohesión y la vertebración territorial -que se conseguirá plenamente en el 2024-, apostar por el ferrocarril, hacer frente al "lastre heredado" y tener infraestructuras y un transporte que funcione.