Fomento recuperará todo lo que perdió con el tijeretazo con un impuesto a los camioneros

  • El Ministerio de Fomento ha cambiado de opinión sobre la aplicación de una tasa a los transportistas en función de los kilómetros que recorran sus camiones por autovías. De estar radicalmente en contra ha pasado a anunciar su próxima implantación en España. Sin duda, los 3.000 millones que recaudará al año le vendrán muy bien a la cartera que ha sufrido los mayores recortes presupuestarios.
Blanco tratará en otoño con las comunidades sobre el peaje a camiones y el mantenimiento de infraestructuras
Blanco tratará en otoño con las comunidades sobre el peaje a camiones y el mantenimiento de infraestructuras
Álex Medina R.

Los camiones emiten un molesto pitido cuando van a dar marcha atrás y el Gobierno prefiere dar primero un bocinazo y luego decir que lo debatirá con las comunidades autónomas. Pese a haberse mostrado durante años en contra, el Ministerio de Fomento parece dispuesto ahora a cobrar a los transportistas en función de su uso de las carreteras españolas.  

¿Por qué ahora? Porque al mayor departamento inversor del Gobierno le falta el aire. O, mejor dicho, le falta el dinero. Y cobrando a los camiones a razón de kilómetros recorridos por autovías la recaudación anual podría ascender a más de 3.000 millones de euros. Así se compensarían esos 6.400 millones que Moncloa obligó a Fomento a recortar en sus inversiones para 2010 y 2011.

De hecho, la cantidad prevista de nuevos ingresos por esta figura fiscal cubriría en dos años todo lo que le quitó el tijeretazo de mayo del año pasado.

¿De qué estamos hablando? Se llama eurovignette y en España se tradujo mal por euroviñeta (en lugar de eurodistintivo, por ejemplo). Pero la semántica es lo de menos: en líneas generales, se trata de un recargo aplicable a los vehículos de alto tonelaje (a partir de las 3,5 toneladas de peso) en función de su kilometraje por ciertas vías de un país.

En aquellos territorios donde ya se paga, el peaje ronda entre los cinco y los quince céntimos por kilómetro en una vía de alta capacidad (las de doble sentido, principalmente).

  

¿Es obligatorio su cumplimiento? El Parlamento Europeo aprobó la directiva que regula la tasa hace un mes con los únicos votos en contra de Italia y España y después de varios años de debate. De momento, su aplicación es voluntaria, aunque todavía está pendiente su ratificación por los estados miembros, que podría incorporar novedades. El texto definitivo saldrá en octubre y una de las novedades podría ser la obligatoriedad a partir de 2015.

En el fondo de la directiva subyace cierto espíritu ecologista, ya que también permite el encarecimiento de las tarifas en casos de congestión circulatoria, que son los momentos de mayor emisión de gases contaminantes. Sin embargo, la mayor finalidad de la norma es destinar un porcentaje muy elevado de la recaudación a obras de mantenimiento de las propias carreteras.

¿Quién lo aplica ya? Alemania, Austria, República Checa y Hungría ya cobran a los transportistas. Francia, Dinamarca y Bélgica están a punto. Por su parte, entre el 10% y el 15% de los camiones que circulan por España son extranjeros.

¿Para qué sirve? La tasa es de las llamadas finalistas, es decir, que establece a qué deben destinarse los ingresos obtenidos gracias a ella. Más o menos, las cuentas del Ministerio español cuadran: el propio departamento dirigido por José Blanco calcula que la partida anual para mantenimiento de las carreteras españolas ronda los 2.000 millones.

Según Aseta, la patronal de las concesionarias de autopistas, la posible recaudación se situaría entre 2.700 y 3.300 millones al año, dependiendo de en qué carreteras se aplique. Fomento, por su parte maneja informes que rebajan esa posible recaudación a 1.000 millones al año, de los que dice que la mitad irían para las autonomías. En cualquier caso, tanto Aseta como la Confederación Nacional de la Construcción están a favor de que se valoren las infraestructuras a través de su tarificación.

¿Qué dicen los transportistas? Se sienten engañados y acusan a Fomento de incoherencia y falta de compromiso. Las dos principales asociaciones, la CETM y Fenadismer, coinciden en que el cobro de una tasa a los camiones es "una subida de impuestos camuflada", ya que las empresas del sector elevarán sus precios para compensar la nueva tasa y eso repercutirá en el precio final de los productos.

¿Qué piensa hacer el Gobierno? Por ahora, el ministro de Fomento sólo ha adelantado que pretende reunirse con las autonomías en otoño para estudiar la implantación de la tarifa nunca antes de la próxima legislatura. Blanco ya intentó hace año y medio abrir el debate y tuvo que cerrarlo de inmediato.

Es más, su predecesora en el cargo fue una radical enemiga de la medida y entre finales de 2003 y principios de 2004 (con el PP en el poder), Fomento realizó numerosos

informes para resaltar la inconveniencia de aplicar la euroviñeta o eurodistintivo.

De ahí la sorpresa actual de los transportistas... aunque en 2004 España era el país que más crecía de la UE y recibía cientos de millones en fondos europeos para construir infraestructuras. O sea, que sobraba el dinero para prometer autovías a lo largo y ancho del país. Todo lo contrario que hoy: Fomento apenas puede sufragar los plazos pendientes de las inversiones que se acabaron hace varios años y cuyo pago vence ahora.

Mostrar comentarios