El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio, Gonzalo Pascual, acaban de cerrar un crédito de 30 millones de euros que necesitaban para mantener a flote el Grupo Marsans, más otros 14 millones que han aportado los socios, en total, 44 millones.
La noticia, adelantada por lainformacion.com, ha sido confirmada el martes por la tarde, cuando las 15 entidades acreedoras de la compañía han estampado su firma en los contratos que pactaron ayer.
Esta inyección de dinero es el primer paso del plan de refinanciación de la compañía, que incluye el aplazamiento del pago de los 120 millones de euros de compromisos financieros que acumula la compañía.
Santander, Sabadell, La Caixa y Banesto son las principales entidades acreedoras del grupo, aunque el banco presidido por Emilio Botín es quien ha liderado todas las conversaciones, según fuentes conocedoras del proceso. De hecho, estas sociedades ya habían adelantado 8 millones, y han exigido como garantía las propias sociedades del grupo, además de un plan de desinversión de activos.
Siguientes pasos
Con este acuerdo sobre la mesa, y el futuro de la joya de la corona asegurado, Díaz Ferrán y su socio, Gonzalo Pascual, prevén dar el siguiente paso de la reorganización de su grupo presentando elconcurso de acreedores definitivo de Air Comet esta misma semana.
De hecho, el miércoles está prevista una reunión con los representantes de los trabajadores en la que, según la hoja de ruta actual, se les comunicará esta decisión, que permitirá a los cerca de 700 trabajadores de la aerolínea poder acudir al Fogasa a reclamar las nóminas pendientes.
Todos estos acuerdos conceden a los empresarios una prórroga dentro del vendaval de noticias negativas de los últimos meses y, sobre todo, les permite seguir negociando la venta del grupo turístico con menos presión. Sobre todo, después de que Orizonia se levantara de la mesa de negociaciones y presentara una denuncia contra Hotetur, la división hotelera de Marsans, por impago de 40 millones de euros.
El acuerdo de refinanciación se ha visto retrasado por la multitud de préstamos cruzados entre las empresas del Grupo Marsans, que según algunas fuentes ascienden a 240 millones de euros. En su gran mayoría se utilizaron para intentar mantener el vuelo de Air Comet, mientras se cerraba una venta, que nunca llegó, al empresario Arnold Leonora.
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