España ganó 20.000 millones gracias a la firmeza de Draghi en defender el euro

    • La prima de riesgo marcó un máximo de 637 puntos hasta que el presidente del Banco Central Europeo manifestó su intención de "hacer todo lo necesario".
    • Un informe compara el impacto en las economías de Alemania, Francia, España e Italia, el hecho que la institución se mostrara 'dispuesta a todo' para salvar al euro.
El BCE baja los tipos de interés 10 puntos básicos hasta el mínimo del 0,15 por ciento
El BCE baja los tipos de interés 10 puntos básicos hasta el mínimo del 0,15 por ciento

El 6 de septiembre de 2012 cuando el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, aseguró que la institución "hará todo lo necesario para defender al euro", convirtió esa escueta frase en palabras mágicas para los mercados.

Su efecto fue balsámico en un momento de alta tensión. La prima de riesgo española se encontraba cerca del máximo histórico que marcó en 24 de junio al situarse en 637 puntos. Draghi ya había comprobado el poder que tenían sus insinuaciones en julio. Entonces ya había conseguido calmar los ánimos al hablar de la posibilidad de poner en marcha el programa OMT que en septiembre presentó. El OMT es un programa de compra de deuda de los países que lo soliciten bajo unas condiciones específicas. Una medida que hasta la fecha nunca se ha puesto en marcha.

A partir de ese mes de septiembre y hasta estos días, la prima se ha instalado por debajo de los 150 y el bono a diez años en mínimos, España ha sido el país que más se ha beneficiado de la declaración de intenciones de Draghi.

Así lo sostiene un estudio, que aunque no representa "el punto de vista del BCE", ha publicado la institución en su web. Se llama "Los efectos macroeconómicos y financieros de los anuncios de OMT" y compara el impacto que han tenido a lo largo de estos casi tres años en las economías de Alemania, Francia, España e Italia, el hecho que la institución se mostrara 'dispuesta a todo' para salvar al euro de una ruptura que algunos esperaban.

Únicamente gracias a las advertencias de Draghi, España ha obtenido dos puntos más de Producto Interior Bruto (PIB), el equivalente a 20.000 millones de euros. Los efectos en el PIB de Italia fueron de un aumento de 1,50 puntos; 0,46 para Francia, y 0,34 para Alemania.

España también le debería la relajación en cerca de 115 puntos de la prima de riesgo y el descenso en más de 200 puntos de los bonos a dos años, en el espacio que va entre julio a septiembre.

Así, la deuda italiana a dos años cayó en 199 puntos y 82 puntos el bono a diez años. Para Alemania, que en esa época llegó a anotar rentabilidad negativa (los inversores 'pagaban' por comprar), el efecto fue contrario: 8 puntos repuntó el bono a dos años y 23 el de diez años.

"Los anuncios de OMT han sido mucho más efectivos reduciendo los intereses de los bonos en Italia y España, que en Alemania y Francia", aseguran los autores del estudio.

Eso, sin ni siquiera haber puesto en marcha la medida a la que se refería Draghi. Carlo Altavilla, Domenico Giannone y Michele Lenza, aseguran que "los anuncios sobre las OMT tienen relevantes y estadísticamente significativos efectos económicos sobre el crédito, así como sobre el crecimiento en general en Italia y España, mientras las repercusiones en Alemania y Francia fueron limitadas".

El informe concluye, que el descenso en los tipos de interés y la mejora de los mercados financieros se atribuyen, en parte, y simplemente a ese programa.Los mercados no esperan nuevas medidas

Ni nuevas bajadas de tipos, ni nuevas medidas. Los mercados esperan que la reunión mensual del Banco Central Europeo (BCE) de agosto sea, prácticamente, un trámite.

A pesar que en el escenario hay varios frentes. Los últimos datos, de Italia y Alemania, apuntan a una nueva ralentización del crecimiento. El recrudecimiento de las tensiones en Ucrania también presionan a los inversores y los datos de baja inflación de la eurozona mantienen la 'amenaza' de deflación.

Mario Draghi, el presidente de la institución, y los gobernadores de los bancos centrales, tienen mucho que debatir.

Como mucho se esperan más información, detalles concretos sobre el LTRO, el programa de compra de activos anunciado en junio. De él, se espera que consiga que el crédito llegue a la economía real. Se basan en subastas de liquidez a la banca a un tipo del 0%, pero condicionadas a la concesión de préstamos a pequeñas y medianas empresas.

En septiembre se espera la primera subasta pero todavía no se ha publicado fecha ni cómo se aplicará o se efectuará la supervisión.

En lo que casi nadie parece creer es en el anuncio de un programa de flexibilización cuantitativa (QE). Es decir, en la puesta en marcha de un programa de estímulo similar al de la Reserva Federal (FED) y el Banco de Inglaterra.

Según una consulta realizada por Bank of America Merrill Lynch, el 44% de los gestores de fondos estiman que el BCE "nunca" lanzará un programa como el de la FED. Un 21% estima que se hará en los próximos seis meses, y un 19% no sabe.

Sería, sin embargo, la medida que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reclama para luchar contra una baja inflación que en términos de deuda puede costar muy cara a la eurozona.

Es, demasiado "pronto", para los parámetros temporales en los que se mueve el supervisor, y principalmente porque todavía no se pueden evaluar las decisiones que se tomaron hace dos meses.

El BCE anunció en junio un amplio paquete de medidas para fomentar el crédito a la economía real en la eurozona, que incluye una rebaja de los tipos de interés al mínimo histórico del 0,15%, situar la tasa de depósitos en negativo (-0,10%) y una nueva inyección de liquidez a largo plazo por importe de 400.000 millones condicionada a ciertos requisitos.

Asimismo, el BCE también puso fin a la esterilización del programa de compras de bonos en los mercados secundarios y anunció la intensificación de los preparativos para un programa de compra de valores respaldados por activos.

Mostrar comentarios