Gaza se llena de coches que sacan a relucir las diferencias sociales

  • En la superpoblada y empobrecida franja de Gaza han proliferado en los últimos años lujosos todoterreno llegados de contrabando a través de los túneles con Egipto, que han puesto de manifiesto las acusadas diferencias económicas entre unos palestinos y otros.

Saud Abu Ramadán

Gaza, 25 may.- En la superpoblada y empobrecida franja de Gaza han proliferado en los últimos años lujosos todoterreno llegados de contrabando a través de los túneles con Egipto, que han puesto de manifiesto las acusadas diferencias económicas entre unos palestinos y otros.

Ibrahim al Sakani, un taxista de 32 años, comparte con sus cuatro pasajeros el enfado por el largo atasco en el que su modesto vehículo blanco de 1996 se ha visto inmerso en Omar al Mujtar, la principal arteria de Gaza capital.

Al Sakani, que lleva al volante desde 2001, ha tenido que recurrir al chantaje emocional ("trabajo 14 horas diarias para alimentar a mi mujer y mis cinco hijos") para que sus clientes, dos hombres y dos mujeres, se queden en el taxi, en vez de bajarse, andar y, probablemente, llegar antes a su destino.

"La culpa de este atasco es del horrible aumento del número de coches en la ciudad, que está afectando gravemente nuestro día a día. Créanme, solía tardar diez minutos del oeste al centro de la ciudad. Ahora tardo cuarenta", lanza a uno de sus pasajeros.

La diferencia está en los miles de coches de fabricación coreana traídos a Gaza desde Israel desde finales de 2010, cuando la relajación del bloqueo a la Franja lo permitió, a los que cabe sumar otros miles, principalmente todoterrenos y motocicletas de cuatro ruedas, introducidos desde el Sinaí a través de cientos de túneles de contrabando.

Los monoplaza más lujosos y los 4X4 pertenecen a una élite enriquecida con el comercio de los túneles o en el sector privado.

Son una minoría en un territorio donde dos tercios de los 1,7 millones de habitantes dependen de la ayuda humanitaria, la pobreza alcanza el 60% y el paro el 35%.

"Los coches de categoría no entran desde Israel, sino por los túneles. Son demasiado caros, por lo que los compran sobre todo dueños de túneles o gente del Gobierno (del movimiento islamista Hamás) en Gaza", asegura Salem Ghanam, ingeniero de 35 años.

Jaled Abu Akar, vendedor de automóviles, coincide en el perfil del comprador de los Toyota, BMW y Mercedes más caros y cifra por debajo del 5% los que pueden permitirse desembolsar los 55.000 dólares (42.570 euros) que cuestan como mínimo.

Los funcionarios y la clase media en general se conforman con coches coreanos, más asequibles.

Entre unos y otros, el número de coches nuevos en Gaza ronda el 60 por ciento, con un 40% restante muy antiguos, explica Ziad Sharaf, del Comité de Importación de Coches y vendedor de automóviles.

Sharaf, que sólo introduce vehículos a través del Estado judío, cree que el Gobierno debería eliminar de circulación el 40% de los coches antiguos y promover su renovación con una bajada de las tasas a la importación y la prohibición del comercio a través de los túneles, que también está gravado, pero menos.

Cuando, tras la toma de la franja por Hamás en 2007, Israel endureció su bloqueo a Gaza hasta el punto de que un comité militar aprobaba la entrada en la Franja de perejil pero no de cilantro, los precios de los coches se pusieron por las nubes.

Tanto que, hasta 2012, eran los más caros del mundo, según sus vendedores.

Y de repente, este año, los precios bajaron drásticamente, por la gran cantidad de oferta.

"Un jeep coreano modelo de 2008 valía 45.000 dólares (34.816 euros) en septiembre de 2010, pero ha aumentado tanto la importación y el contrabando que ese mismo vehículo se vende ahora por 25.000 dólares (19.340 euros)", ejemplifica Sharaf.

Sharaf, que importa coches de Asia a Israel para que sean transportados a Gaza, se queja del problema fiscal que supone que su transacción tenga que soportar una tasa hasta del 100% impuesta por el Gobierno de la Franja, mientras que la entrada por los túneles sólo esté gravada al 25%.

El director de relaciones públicas del Ministerio de Transporte, Jalil al Zayan, aboga por renovar aún más el parque urbano y apunta a un plan de asfaltado y reparación para descongestionar el tráfico.

"El Gobierno planea librarse de los coches antiguos que contaminan y causan atascos", adelanta.

Se trata de retirar de circulación los modelos anteriores a 1995 y promover la compra de coches libres de impuestos con un acceso simplificado al crédito.

La opinión en la calle sobre la actuación del Ejecutivo es bien distinta. La mayoría cree que poco o nada hace para ordenar el caos automovilístico, por ejemplo controlando los precios o gestionando los atascos.

Uno de ellos es Ali Bajir, empleado del Ministerio de Sanidad, que llega siempre tarde al trabajo porque "las calles están llenas de coches" y pide túneles o puentes para agilizar el tráfico.

Basam al Masri es más puntual, pero ahora, cuenta, duerme una hora menos para llegar a tiempo a sus clases en la Universidad Al Azhar, en Gaza capital, desde su ciudad natal, Beit Hanún, en el norte.

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