Geithner asegura que avisó con rapidez sobre la manipulación del Libor

Washington, 18 jul.- El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, aseguró hoy que en 2008, cuando era jefe de la Reserva Federal (Fed) de Nueva York, actuó con rapidez y fue contundente al alertar sobre la posibilidad de manipulación del tipo de interés interbancario Libor.

En una entrevista con el canal económico CNBC, Geithner se defendió de los críticos que se preguntan si la Reserva Federal de Nueva York fue lo suficientemente apremiante con las autoridades y supervisores británicos para que investigaran los indicios de manipulación del Libor.

La sede regional de la Fed en Nueva York, que juega un papel clave en la regulación de Wall Street, conoció en abril de 2008 a través de la revelación de un empleado de Barclays, que el banco británico manipulaba el Libor, el tipo de referencia al que se prestan dinero los bancos.

"Hicimos lo correcto y necesario. Lo hicimos temprano y fuimos contundentes desde el principio", indicó hoy Geithner, que estuvo al mando de la Fed de Nueva York desde 2003 hasta 2009.

La Fed de Nueva York asegura que ya a finales de 2007 comenzó a percatarse de que algunos bancos podían estar manipulando el Libor para evitar parecer "débiles" y desvela que en diciembre de ese año se mantuvieron conversaciones telefónicas con Barclays porque el tipo parecía "irrealmente bajo".

En junio de 2008, Geithner envió un informe al gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, titulado "Recomendaciones para mejorar la credibilidad del Libor", en el que proponía auditorías externas para revisar la veracidad de los tipos informados por los bancos.

Geithner aseguró que "aún queda más por venir" tras la investigación de los reguladores estadounidenses sobre el escándalo del Libor, que se saldó con una multa de 453 millones de dólares por parte de las autoridades estadounidenses y británicas.

El secretario del Tesoro también se refirió a la crisis de la eurozona y reiteró que confía en la supervivencia de la moneda única europea.

"(Los líderes europeos) no están satisfechos y no lo deberían estar porque aún no se han alejado lo suficiente del borde del precipicio", remarcó.