Gil Calvo dice que la crisis es "otra operación más de lavado de dinero negro"

  • Madrid.- Sociólogo, ensayista y profesor en la Complutense Enrique Gil Calvo llegó a creer en algún momento que la actual crisis económica se llevaría por delante al capitalismo financiero. No va a ser así, reconoce, convencido de que se trata de "otra operación más de lavado de dinero negro".

Gil Calvo dice que la crisis es "otra operación más de lavado de dinero negro"
Gil Calvo dice que la crisis es "otra operación más de lavado de dinero negro"

Madrid.- Sociólogo, ensayista y profesor en la Complutense Enrique Gil Calvo llegó a creer en algún momento que la actual crisis económica se llevaría por delante al capitalismo financiero. No va a ser así, reconoce, convencido de que se trata de "otra operación más de lavado de dinero negro".

De lavado de activos de alto riesgo generados por "Wall Street y sus sucursales periféricas", por todos aquellos "que durante la burbuja especulativa mediáticamente inducida" se endeudaron hasta las cejas. "Y fueron, como hemos visto, muchos", comenta.

Gil Calvo, columnista y colaborador en diferentes medios de comunicación, ha reflexionado por escrito sobre la hecatombe económica y social que vive el planeta. El resultado es el libro "Crisis crónica. La construcción social de la Gran Recesión" (Alianza Editorial), que hoy presentó en Madrid.

"Todos los gobiernos, incluido el de Washington, también los medios de comunicación, están sometidos a Wall Street, al imperio de la economía", destacó Gil Calvo. "Y como dice Rafael Sánchez Ferlosio, nada cambiará mientras los dioses no cambien", afirmó.

El autor denuncia en su nuevo libro "cómo la formación y el estallido de la crisis económica ha dependido de la credulidad social, impulsada por la manipulación mediática del clima de opinión". "Primero -escribe- se nos hizo creer hasta 2007 que la euforia económica era imparable, convenciéndonos a todos de que nos endeudásemos hasta las cejas".

"España -dice- se convirtió en una sociedad de nuevos ricos, hinchando la burbuja inmobiliaria y atrayendo a millones de inmigrantes al mercado de trabajo".

A partir de 2007, "la manipulación mediática cambió de signo, haciéndonos creer a todos que el doble estallido de la burbuja crediticia e inmobiliaria era no sólo inminente sino además inevitable". Fue entonces cuando -sostiene Gil Calvo- "se desató el pánico del sálvese quien pueda, provocando una súbita estampida social".

"Y ante la debacle de los mercados, se nos hizo creer que la crisis económica no era meramente cíclica sino sistémica, histórica, todavía peor que la de 1929, por cuanto significaba un colapso general del sistema capitalista, que amenazaba con derrumbarse como un castillo de naipes".

Se hacía necesario, pues, que los gobiernos intervinieran masivamente para salvar el sistema financiero "con cargo al contribuyente", como así se ha hecho, "pero lo único que se consiguió -recalca Gil Calvo- fue provocar el hundimiento de la economía real, creando una ingente burbuja de déficit presupuestario y deuda pública que tendremos que pagar los ciudadanos al menos durante un lustro, como víctimas inocentes de la crisis".

Para Enrique Gil Calvo se trata, en definitiva, de una "estafa", sobre todo mediática, pues la crisis de histórica no ha tenido nada. "El sistema capitalista -defiende el autor- se ha salvado y vuelve por sus fueros como solía, recuperándose intacta la tasa de beneficios bancarios a costa del desempleo generalizado y la bancarrota gubernamental".

De tal desastre son responsables gobiernos, instituciones financieras, medios de comunicación..., pero también, sostiene Enrique Gil Calvo, "nosotros, los ciudadanos de a pie, víctimas inocentes de una epidemia de credulidad social, por haber creído a pies juntillas en la manipulación mediática ejercida por banqueros, gobernantes y periodistas".

Pesimista "a corto plazo" en cuanto a la evolución de los acontecimientos, asegura no esperar "nada" ni de "Obama, ni de Merkel, ni de los chinos... La siguiente crisis -comenta- ya está en marcha". Por eso el título de su nuevo ensayo: "Crisis crónica".

"Hemos vivido una nueva fiebre del oro. Nos dejamos arrastrar por ella, por la fiebre de invertir en pisitos. Hemos estado infectados por el virus de la envidia. Y pecado de crédulos", insiste. "Como cada crisis cada vez es más gorda, llegará una que realmente será histórica".

El resultado de todo lo ocurrido, se teme el autor, será "lo más probable" el retorno al liberalismo desregulado.

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