Gobierno argentino agradece apoyo del G-77 en conflicto con los fondos buitre

  • El jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Jorge Capitanich, agradeció hoy el "amplio respaldo" de los países del G-77+China a la postura de Argentina en el juicio entablado por fondos de inversión especulativos, sobre el que hoy la Corte Suprema de Estados Unidos emitirá su fallo.

Buenos Aires, 16 jun.- El jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Jorge Capitanich, agradeció hoy el "amplio respaldo" de los países del G-77+China a la postura de Argentina en el juicio entablado por fondos de inversión especulativos, sobre el que hoy la Corte Suprema de Estados Unidos emitirá su fallo.

"La presidenta (argentina, Cristina Fernández) participó anoche de la Cumbre del G-77+China, donde recibió un amplio respaldo de los países miembros", dijo hoy Capitanich en su rueda de prensa diaria.

El jefe de Gabinete destacó el carácter "medular y profundo" del discurso pronunciado ayer por Fernández en el marco de la reunión que se celebra en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.

Capitanich remarcó además el apoyo recibido por la presidenta en relación a "las calificadoras de riesgo y lo que significa en el contexto internacional", otro de los puntos de la intervención de la mandataria en la Cumbre, así como a la "reivindicación de la soberanía (argentina) sobre las Islas Malvinas".

La Corte Suprema estadounidense define hoy si acepta la apelación del Gobierno de Cristina Fernández sobre el dictamen del juez Thomas Griesa, que obliga al Estado argentino a pagar a los fondos de inversión especulativos 1.300 millones de dólares más intereses.

Expertos consultados por Efe apuntan a que es posible que el máximo tribunal de EEUU opte por solicitar la opinión del Gobierno estadounidense, algo que significaría retrasar su decisión hasta 2015.

El fondo de inversión NML encabeza la demanda interpuesta por aquellos inversores que no han aceptado los canjes de deuda propuestos por el Gobierno de Argentina (el 7 % del total) y exigen el pago íntegro.

Argentina alega que este pago constituiría un trato injusto para los acreedores que en 2005 y 2010, después del cese de pagos de 2001, aceptaron la reestructuración de la deuda argentina, con importantes quitas de capital e intereses y con una adhesión del 93 por ciento.

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